Policías golpean a anciana de 93 años y a su hijo en Vallarta
Un caso de brutalidad policiaca y abuso de poder se dio recientemente en Puerto Vallarta, donde elementos de Seguridad Ciudadana golpearon a la señora María del Carmen Piña Gutiérrez de 93 años y su hijo Jorge Luis Silva Piña, incluso ingresaron a su domicilio sin orden de cateo y con pistola en mano, rompiendo hasta el cristal de una puerta.
Narraron que todo se originó por un problema con un vecino, Javier Gutiérrez, de quien dicen pretende quitarles su casa que ellos levantaron con gran esfuerzo hace aproximadamente 30 años, pues él es albañil y su madre lo apoyó como peón.
Los hechos ocurrieron el martes 23 de febrero, en la calle Nochebuena de la colonia El Progreso, a las 9:00 de la mañana, cuando lanzaron piedras a la puerta salió la anciana y vio que era Javier junto a otro vecino de nombre Antonio, gritándole que saliera su hijo para golpearlo.
ENTRARON SIN ORDEN Y CON PISTOLA EN MANO, A PATADAS ABRIERON PUERTAS
“Entonces ya salí y vi, les dije por qué aventaban piedras… y de la casa contigua salió un policía, me quería agarrar, entonces yo corrí, me metí para mi casa… el policía agarró y aventó a mi mamá al piso, quedando tirada en medio de la puerta”, recordó.
Pero nada detuvo al representante de la autoridad:
“Se metió corriendo, lo vi cuando ya iba llegando a mi cuarto, cerré mi puerta, pero el policía le metió de patadas y la abrió, entró con la pistola en la mano y me pegó en la frente, entraron otros 5 policías, entre ellos una mujer y empezar a golpearme en diferentes partes del cuerpo”.
La patrulla 338 llegó a apoyar al primer policía agresor, escuchó que iba un oficial de apellido Brambila y un elemento femenino que le decían La Pancha, pero habían otros 4. Se lo llevaron detenido, pero nunca le dijeron los cargos, liberándolo 20 minutos después que llegó a la comisaría, saliendo todo sangrando, tuvieron que suturar las heridas en la frente y el labio superior.
TIRARON Y NOQUEARON A LA ABUELITA
Doña Carmen con lágrimas e impotencia no entiende lo que sucedió:
“Pues yo salí y abrí la puerta, luego se metieron los policías, me tumbaron…me quedé con las piernas afuera y el cuerpo adentro, y luego oía cómo golpeaban a mi hijo”, narró desconsolada.
“Me noquearon… luego ya me levanté y ya no estaba mi hijo… tengo puras raspadas en mis piernas y brazos”.
Incluso aún hay manchas de sangre en la puerta y pared. Han acudido a denunciarlo Derechos Humanos y Asuntos Internos de la Policía, pero decepcionados señalan que solo los hacen dar vueltas.
Con la voz entrecortada, cuerpo encorvado, lleno de moretones y heridas, la señora Carmen demanda justicia, pregunta el ¿por qué la golpearon?, pues es una mujer débil y no hizo nada para merecer tal agresión.