¿Podremos volver a dormir tranquilos?
La pregunta que surgió esta semana es dirigida al Gral. Cresencio Sandoval, secretario de la defensa nacional y es: “a quien le debe lealtad, al presidente en turno o a la patria”.
Es una buena pregunta que con toda seguridad no habrá respuesta.
A todo militar de carrera le inculcan hasta la médula la lealtad a la patria, en primera instancia y respeto a su comandante en jefe, que a fin de cuentas es transitorio.
El Ejército mexicano y la Marina son las instituciones más respetadas en el país, con históricas muestras de lealtad impresionantes, a través de muchos episodios de nuestra historia.
Tomando en cuenta la turbulencia política y social que diariamente provoca el presidente en turno, por declaraciones y tomas de decisión completamente absurdas, causando un deterioro diario en su credibilidad y su capacidad de gobernar, y estando con una cercanía inusual con el Ejército como nunca antes, vuelvo a mencionar la duda que se respira en todos los ámbitos, fuera de los aposentos en Palacio Nacional.
¿Cuál sería la actitud del ejercito? ¿Usaría las armas contra enemigos del presidente en turno?
En el Ejército siempre ha existido la élite de generales de división, quienes prácticamente nombran la terna para la elección del secretario de defensa.
¿Se respetó con AMLO esa tradición? ¿Cuál es la posición de esta élite ante las tareas dadas al Ejército, fuera de su tradicional función? ¿Están de acuerdo con la violencia desatada en el país, combatida con abrazos y no balazos?
La pregunta obligada, “¿podremos volver a dormir tranquilos?”
