Plantas mágicas para limpiar espacios, según la NASA

En un mundo donde la contaminación del aire es una preocupación creciente, la búsqueda de soluciones efectivas para mejorar la calidad del aire interior ha llevado a la ciencia a explorar recursos naturales que puedan desempeñar un papel crucial en la purificación de los ambientes cerrados.
La NASA, en su afán por investigar cómo mantener entornos habitables en el espacio, llevó a cabo un estudio innovador que reveló el potencial de ciertas plantas para limpiar el aire de sustancias tóxicas presentes en espacios interiores.
El Estudio del Aire Limpio de la NASA, realizado en colaboración con la Asociación de Contratistas de Paisajismo de América, tenía como objetivo identificar qué plantas podrían absorber y neutralizar compuestos orgánicos volátiles (COV) perjudiciales para la salud humana.
En su investigación, la agencia espacial descubrió que diversas especies de plantas tienen la capacidad de filtrar toxinas comunes en el aire, como el benceno, el formaldehído, el tricloroetileno, el xileno y el amoníaco, todas sustancias que pueden encontrarse en muebles, alfombras, productos de limpieza e incluso en dispositivos electrónicos.
Entre las plantas más efectivas identificadas en el estudio, se destacan varias especies que, además de ser altamente eficientes para la purificación del aire, requieren poco mantenimiento y pueden prosperar en entornos cerrados con niveles de luz y humedad variables.
Una de las más reconocidas es la Sansevieria trifasciata, conocida como lengua de suegra. Esta planta es excepcional para absorber dióxido de carbono y liberar oxígeno durante la noche, lo que la convierte en una excelente opción para dormitorios. Además, es resistente y requiere poco riego, lo que la hace ideal para aquellos que buscan un purificador de aire natural de bajo mantenimiento.
Otra especie destacada es la Spathiphyllum wallisii, comúnmente conocida como lirio de paz. Esta planta, además de su belleza ornamental, es eficaz para eliminar compuestos como el benceno y el formaldehído, que se encuentran en adhesivos, pinturas y productos de limpieza. Su capacidad para aumentar la humedad del ambiente también contribuye a reducir el polvo en suspensión, lo que beneficia a las personas con alergias o problemas respiratorios.
El Chlorophytum comosum, conocido como cinta o lazo de amor, es una de las plantas más fáciles de cuidar y también una de las más efectivas para absorber toxinas como el monóxido de carbono y el formaldehído. Se ha demostrado que esta planta puede eliminar hasta el 95% de los contaminantes presentes en el aire en un periodo de 24 horas.
El Epipremnum aureum, comúnmente llamado potus o pothos dorado, es otra opción destacada en el estudio de la NASA. Esta planta es resistente y crece con facilidad en interiores, filtrando contaminantes como el xileno, el benceno y el formaldehído, que suelen encontrarse en pinturas y solventes.
Por su parte, la Dracaena marginata es una excelente opción para eliminar toxinas como el tricloroetileno y el xileno. Su aspecto elegante y estilizado la hace ideal para oficinas y salas de estar, mientras que su facilidad de mantenimiento la convierte en una planta accesible para cualquier persona.
Otras especies recomendadas en el estudio incluyen la Aloe vera, conocida por sus propiedades medicinales pero también efectiva para absorber toxinas como el formaldehído, y la Areca palm (Dypsis lutescens), una de las mejores opciones para aumentar la humedad del aire y reducir la presencia de contaminantes.
El hallazgo de la NASA no solo ha permitido entender cómo las plantas pueden desempeñar un papel crucial en la purificación del aire en el espacio, sino que también ha motivado a arquitectos, diseñadores de interiores y especialistas en salud ambiental a integrar más vegetación en los hogares, oficinas y espacios públicos.
A pesar de los hallazgos del estudio, es importante señalar que si bien estas plantas contribuyen significativamente a la mejora de la calidad del aire, no deben ser vistas como una solución única para la contaminación en interiores.
La ventilación adecuada, el uso de materiales no tóxicos en la construcción y la reducción de fuentes de contaminación siguen siendo factores fundamentales para garantizar un aire más limpio y saludable.
A medida que el cambio climático y la contaminación siguen siendo desafíos globales, el conocimiento sobre el poder de las plantas para filtrar el aire se vuelve cada vez más relevante.
La integración de estos “filtros verdes” en los espacios interiores no solo proporciona beneficios ambientales, sino que también impacta positivamente en la salud y el bienestar de las personas, promoviendo un estilo de vida más armónico con la naturaleza.
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