Pintan puente del Cuale con el color y estilo de Manuel Lepe

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El colorido, estilo ingenuo y creatividad del internacional pintor vallartense Manuel Lepe, cubren ya el puente norte-sur del río Cuale, que va de la calle Morelos a la avenida Ignacio L. Vallarta.

Su hija Marcela Lepe es la impulsora de este proyecto

“Un toque de autenticidad, muy vallartense al estilo Manuel Lepe, con varias escenas de nuestro Puerto Vallarta, que sabemos nos representan: las peregrinaciones, pescadores, lavanderas, nuestras casitas aquellas, hasta el moderno avión…todo lleva una historia, todo visto a través de los pilares”, resaltó.

UN NUEVO ANGELITO RUBIO, EN HONOR A SANTIAGO NIETO DEL PINTOR

La heredera del artista “naif” Lepe, reconoció el respaldo total de la directora del Instituto Vallartense de Cultura, Marina de Los Santos, quien les gestionó el material y una gratificación

Empezaron hace una semana, su sobrino Luis Lepe, también pintor, es quien ha plasmado los diseños de Marcela, en este paso conocido por los vallartenses como “puente nuevo”, y que bien podría hoy llamarse Manuel Lepe.

Entre los dibujos también hay unos inclusivos, además de uno dedicado a Santiago, su sobrino que recién falleció, y que pintó como un angelito rubio y de ojos azules, al estilo de su abuelo.

PINTARÁN LOS 32 PILARES DEL PUENTE

Originalmente el proyecto eran solo 8 pilares, pero debido a la buena aceptación y petición de los mismos vecinos, pintarán el total de los 32 pilares que están en ambas aceras; todos ligados y con historias de la localidad. 

Este sitio tiene un significado especial para la familia Lepe: 

“Esta colonia la fundó mi abuelo Francisco Lepe, aquí vivió el pintor Manuel Lepe…y mi papá le puso el nombre a muchas calles de este barrio, es el puente que une los dos Vallarta, que durante mucho tiempo estuvieron separados”.

Pretenden terminar los trabajos el sábado próximo, pues han tenido en contra las inclemencias del tiempo, como el sol y lluvias, adecuando horarios nocturnos, en jornadas que terminan hasta las 4 de la madrugada.

Miguel González Guerra