Peregrinaron periodistas; Danza Azteca de Beto Franco, tradición desde 1940
Las peregrinaciones Guadalupanas de Puerto Vallarta se distinguen por la participación de todos los sectores, ámbitos y gremios. Muestra de ello fue el pasado miércoles, cuando el periodismo se unió en las calles gracias a la fe, la tradición y el sentido de pertenencia. Más de 30 comunicadores de prensa, medios impresos, plataformas digitales, radio y televisión de esta zona conurbada con Bahía de Banderas, además de algunos familiares, caminaron rumbo al templo.
La Red Periodística Puerto Vallarta refrendó su compromiso con la comunidad, con la defensa de la identidad local y con el fortalecimiento de los lazos que unen al gremio. Por tercer año consecutivo organizaron su peregrinación, siendo acompañados por la danza prehispánica de “Beto Franco” y los cantantes Chela Ortíz y Jorge Godínez.
También esa tarde destacó la peregrinación de la comunidad parroquial de San Rafael, de las colonias Lázaro Cárdenas y López Mateos, quienes participaron con gran entusiasmo entonando alabanzas y hasta bailes. Ya más noche, el Hospital Joya impactó con su carro alegórico tapizado de flores, rodeando a la Virgen de Guadalupe, mientras todo el personal portaba veladoras y globos.

Una peregrinación singular es la de los motociclistas, quienes montados en sus automotores y provocando elevado ruido, recorrieron la céntrica calle Juárez en una muestra de fe y unidad. En su carro alegórico, junto a la representación de la Virgen Morena, viajaba un niño del motocross.
Uno de los símbolos de las peregrinaciones Guadalupanas es el “Grupo Azteca, la Danza del Pueblo”, fundada por Roberto Franco en 1940, siendo el primero en su tipo en el pueblo. Esta tradición se preserva hasta la fecha, distinguiéndose por su colorido y ritmo prehispánico, lo que da identidad a estas fiestas patronales, ya consideradas Patrimonio Cultural del Estado de Jalisco.
Hace 16 años Beto Franco falleció y heredó la dirección a Pedro Curiel López, quien ha continuado con esta tradición. Ellos mismos elaboran su vestuario, proceso en el que tardan dos meses; además, desde octubre ensayan en la isla del río Cuale. Pedro toca el tambor y motiva a los danzantes. Se siente orgulloso de sus raíces, con su traje, cascabeles y penacho, reviviendo estos bailes de la cultura mexicana. A su paso, todos los miran y aplauden. Este año son 47 bailarines y participarán en 50 peregrinaciones.
“Como todos los años, lo primero es tener fe y devoción a la Virgen. Gracias a Dios tenemos trabajo y salud. Por los documentos que hay, desde 1940 Beto hacía todo este tipo de eventos para alegrar las fiestas de la Virgen de Guadalupe y todas las festividades de Vallarta”, compartió Pedro Curiel.




















