Los inmigrantes indocumentados mexicanos en Estados Unidos, quienes enviaron 66 mil 200 billones de remesas a México solo en 2023, están solicitando al gobierno mexicano que les brinde apoyo a través del programa Pensión del Bienestar para Adultos Mayores.

Esta petición, respaldada por la Red Nacional de Organización de Jornaleros (NDLON), subraya la contribución significativa que estos trabajadores han hecho a la economía mexicana y la necesidad de asegurar su bienestar en la vejez.

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Un informe reciente titulado Pagar la Deuda: El caso para extender la Pensión del Bienestar a adultos mayores mexicanos que viven en Estados Unidos, elaborado por NDLON, revela que la mayoría de los 7.4 millones de inmigrantes mexicanos que trabajan en Estados Unidos están envejeciendo sin los ahorros necesarios para una jubilación digna.

El documento destaca que tanto Estados Unidos como México tienen una responsabilidad compartida para con estos trabajadores, sugiriendo que ambos países deben implementar políticas que les permitan acceder a beneficios de pensión.

Argumentación de inmigrantes para solicitar la Pensión del Bienestar

En Estados Unidos, los trabajadores enfrentan barreras legales que les impiden acceder a contribuciones de Seguridad Social, mientras que en México, la solicitud es clara: extender la Pensión del Bienestar a aquellos migrantes que residen en el extranjero.

Mensaje de nstrs hermanos migrantes de la tercera edad, ancianos respetables que aman a su patria desde la nación vecina en San Diego California, piden humildemente a nstr mandatario que se les considere en el programa de PENSION DEL BIENESTAR.
RT 🙏🏽 solidario que el bienestar… pic.twitter.com/PpgI0iDtDP

— 🇲🇽GiseBalles🇲🇽 (@balles72) August 16, 2024

Esta demanda surge en un contexto donde el 93% de los inmigrantes mexicanos encuestados afirma que apoya a sus familias en México mediante el envío de remesas, con un 73% destinando estos recursos principalmente a sus padres, seguido de un 51% que los destina a sus hijos.

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Los ingresos de las remesas son fundamentales para cubrir necesidades básicas en México. Según el estudio, el 62% de los recursos enviados se utilizan para pagar alimentos, el 61% para gastos médicos y el 47% para otras necesidades esenciales. Además, el 38% de las remesas se destinan a la compra, construcción o reparación de viviendas, y el 34% a la educación.

El informe también señala que solo el 24% de los inmigrantes indocumentados mayores de 65 años en Estados Unidos se han jubilado, y muchos continúan trabajando debido a la necesidad de apoyar a sus familias. De los encuestados en este rango de edad, apenas el 2.5% cuenta con una pensión, mientras que el 89% no tiene acceso a una y el 8% no está seguro de tenerla.

La inseguridad financiera en la vejez es un problema crítico para estos inmigrantes. Solo el 2.4% cree que tendrá suficiente dinero para cubrir sus gastos básicos durante la jubilación, y menos del 2% considera que podrá cubrir gastos médicos o vivir cómodamente sin trabajar.