Pensamientos dichos… en voz alta: La metropolización del turismo

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Por fin y después de por lo menos 8 años de trabajo realizado por muchas personas e instituciones, se hizo oficial la primera zona metropolitana inter estatal integrada por Jalisco y Nayarit con los municipios de Puerto Vallarta y Bahía de Banderas, de esta manera y jurídicamente estos dos municipios pertenecientes a dos entidades distintas logran integrarse como una sola región.

El documento solo vino a formalizar algo que, en la vida cotidiana, era ya un hecho, Puerto Vallarta y Bahía de Banderas viven, desde hace muchos años, una relación intensa en lo laboral, la movilidad, el transporte, lo urbano, lo ambiental y por supuesto lo turístico.

La evidente separación provocada por el rio Ameca no ha sido un obstáculo para esta relación, primero un puente y después dos fueron el vínculo de unión entre los dos municipios y lo que impulso que el desarrollo de estas dos ciudades se diera de manera paralela a pesar de la necedad de políticos que sin entender la importancia de esta unión hicieron todo para que no se diera.

El tema esta resuelto, la conformación jurídica de la tan anhelada zona conurbada en un hecho y ha sido muy bien recibida por todos los sectores de ambos municipios, obras de enorme importancia y necesidad se ven más cercanas y los fondos federales que esta relación conlleva también pareciera estar más al alcance.

Pero no todo es inmediato, no todo se dará en automático, se tendrá que poner en orden 30 años de cifras, de indicadores de desarrollo, de instrumentos de gestión, de políticas públicas unilaterales, se tendrá que validar los números de todas las administraciones pasadas, quitarles el maquillaje y presentarlas tal cual son, se tendrán que entender como son ambas ciudades, porque no es lo mismo verse de lejos y platicar que vivir juntos y conocerse a fondo.

Muchos temas deberán pasar por mesas de trabajo y comenzar a generar bases sólidas para un primer documento de planeación estratégica integral que defina las líneas de acción a seguir en los próximos años y propicien elementos para la creación de políticas públicas conjuntas para el año 2021, independientemente de los partidos políticos que logren el triunfo electoral.

Si bien es cierto que el primero de los pasos se ha dado, también es cierto que, con este, viene una enorme carga de trabajo para las dos administraciones actuales, vienen horas de trabajo de escritorio y de arrastrar el lápiz, para lograr establecer ejes de acción conjuntos bien planeados y a mediano y largo plazo.

El turismo ha sido el detonante más importante en esta relación, ha sido el causante de múltiples esfuerzos por concretar un solo destino, promociones conjuntas y otro tipo de estrategias que por una u otra causa no prosperaron y que más allá de ello lograron la separación del destino en dos marcas, la de Puerto Vallarta y la Riviera Nayarit.

Por primera vez se tiene la gran oportunidad de concretar un documento que gestione el desarrollo turístico de una manera estratégica entre los dos municipios, se puede lograr integrar, a esta actividad, a todas esas poblaciones que por no estar en la zona turística de playa han sido marginadas por años, sobre todo en Bahía de Banderas donde la OVC no ve como atractivos turísticos nada que no este de la carretera hacia a la playa.

En la conformación de un documento que establezca las bases para el desarrollo turístico de la nueva zona conurbada, se requerirá volver a conceptualizar el turismo en Puerto Vallarta, dar mayor fuerza a las zonas rurales y más énfasis a los modelos turisticos sustentables, reconfigurar los atractivos y sobre todo ser muy claros en el modelo urbano de desarrollo que se ha dado por el boom del hospedaje colaborativo.

Bahía de Banderas por su lado es un municipio más complejo, su zona turística de playa está perfectamente definida y el crecimiento de esa parte del municipio no ha saturado la parte del litoral donde está asentada, hasta aquí no hay mayor conflicto, el tema es cuando volteamos a ver a las localidades de Sayulita Pueblo Mágico donde abunda el caos y el desorden, donde las problemáticas urbanas, de movilidad, sociales y ambientales entre otras son más que evidentes, el otro foco rojo es San Pancho, una localidad conocida y reconocida por su vocación cultural y ambiental, pero que ha sido ya envestida por un desarrollo inmobiliario masivo que de no poner orden generara impactos negativos, otra parte es la ciudad lineal que va desde Mezcales hasta San Juan de Abajo un área que se ha ido ensanchando, provocando un enorme crecimiento urbano y la perdida de espacios de riqueza ambiental, sin embargo, estos pueblos tradicionales cuentan con múltiples elementos que pueden y deben ser tomados en cuenta como atractivos turísticos, finalmente esta la zona sierra cuya belleza es imperdible.

Lograr que estos factores se integren a un modelo de desarrollo turístico metropolitano fortalecerá el desarrollo local de las poblaciones y sus habitantes, salvo que a los grandes empresarios del turismo siga sin interesarles y solo vean como zona metropolitana Puerto Vallarta y Nuevo Vallarta, como anteriormente ha pasado.

El turismo al igual que otros muchos temas deben de comenzar a trabajarse alejados del virus de la política, que sin duda infectaría este proceso, la planeación del desarrollo conjunto debe de hacerse por profesionales y expertos en los diferentes temas, que quienes administran el turismo en Puerto Vallarta y Bahía de Banderas solo sean facilitadores de este trabajo, que permitan que se avance en los temas y que se logren resultados precisos antes de que sean los tiempos electorales para de esta manera sean las ideas y no las personas lo que prevalezca e importe en este proceso tan importante para el desarrollo de ambos municipios, pero claro, estos son solo pensamientos dichos… en voz alta