Pedro Infante: 102 años de legado

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México.-  En Mazatlán, Sinaloa un 18 de noviembre de 1917 nació Pedro Infante Cruz, conocido como “El ídolo de México”.  Filmó más de 60 películas como: “Cuando lloran los valientes”, “Los tres García”, “¿Qué te ha dado esa mujer?”, “Los tres huastecos”, “Dos tipos de cuidado” y “A.T.M (A toda máquina)”.

La carrera de Pedro Infante creció de manera exponencial  tras compartir crédito con la actrices: María Félix, Jorge Negrete, Dolores del Río, Sara García.

El intérprete  protagonizó la trilogía compuesta por las películas “Nosotros los pobres” y “Ustedes los ricos”, de 1948, y “Pepe el Toro”, de 1953; tras su repentina muerte a los 23 años de edad a causa de un accidente aéreo, sólo apareció en la última cinta a través de fotografías.

El premio Ariel para Pedro Infante llegó con la cinta “La vida no vale nada” del año 1955, la cual estuvo a cargo del director Rogelio González, sin embargo, el premio más importante en la carrera del actor fue el Oso de Plata del Festival Internacional de Cine de Berlín, reconocimiento otorgado de manera póstuma en 1957 gracias a la penúltima cinta en la que el actor participó: “Tizoc: Amor Indio”.

El también conocido como “El ídolo de Guamúchil” perdió la vida a los 39 años de edad en un accidente aéreo ocurrido el 15 de abril de 1957.

LA MUERTE DE “EL ÍDOLO DE MÉXICO”

El también conocido como “El ídolo de Guamúchil” perdió la vida a los 39 años de edad en un accidente aéreo ocurrido el 15 de abril de 1957, para entonces el cantante ya tenía un sinfín de éxitos por los que era reconocido, mismos que eran interpretados dentro de las cintas que protagonizó, en las que poco importaba si su personaje era un sacerdote o un mujeriego; la música siempre lo acompañó.

El suceso que le arrebató la vida a Pedro Infante fue el tercer accidente aéreo que sufrió, pues en las dos ocasiones anteriores había sufrido heridas en la barbilla e incluso una comentada incrustación de una placa de titanio en la parte izquierda del cráneo.

Los restos de “El ídolo de México” fueron velados en el recinto entonces conocido como el Teatro de la Asociación Nacional de Actores, lugar desde donde se emprendió un cortejo fúnebre con dirección al Panteón Jardín, en el sur de la Ciudad de México.