Otro golpe de Alfaro a Vallarta

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Arrebata a Vallarta 140 millones para promoción

Prácticamente sin avisar, y con la anuencia del gobierno municipal, Enrique Alfaro Ramírez despojó arbitrariamente de los recursos al Fidetur a Puerto Vallarta.

El gobierno del Estado decidió atraer la administración del Fideicomiso que administra la recaudación del 3% de impuesto que se aplica a todas las personas que se alojan en hoteles en la zona de Puerto Vallarta, lo que supone el riesgo que correrán recursos cercanos a los 140 millones de pesos que hoy son destinados de manera exclusiva a la promoción de Vallarta.

No es la primera vez que Enrique Alfaro golpea a los patasaladas. Antes ya lo había hecho al retirar las aportaciones que, por 650 millones de pesos, el gobierno federal destinaría a este destino turístico y que, a petición del gobernador, fueron desviados para la construcción de la línea 3 del tren ligero de Guadalajara.

Las ofensas

Aún permea en el ánimo de los habitantes de Puerto Vallarta, la saña con la que la Secretaría de Vialidad emprendió operativos de tránsito para detener a cientos de vallartenses, especialmente aquellos que, siendo menos favorecidos, no habían podido estar al corriente en sus impuestos, pero brutalmente a los operarios de la plataforma Uber a quienes pusieron en jaque deteniendo cientos de automóviles.

Ha sido también un duro golpe la intervención de Alfaro en el estero del Salado. Reducto ecológico que da sustento y vida a la Bahía y que hoy se ve amenazado por la presión oficial para darle un uso económico. Este es un capítulo abierto que sigue esperando desenlace.

A ello se suma la unilateral ruptura del acuerdo que hacía posible de manera autónoma a los vallartenses, administrar un recurso que se genera por condiciones naturales en suelo local: la recaudación, administración y uso de los recursos del 3% al hospedaje. Con esta decisión Vallarta queda huérfano en su decisión de promoción mundial, dada la extinción a principios del actual gobierno federal del Consejo de Promoción Turística.

El gobierno de Alfaro patea de esta manera a Puerto Vallarta, bajo condiciones legales cuestionables. El convenio signado por el municipio fue disuelto avisando al municipio apenas con tres días de antelación al acuerdo emitido en el diario oficial.

Las opiniones

Para el empresariado aglutinado en la Coparmex, la decisión es preocupante

El presidente de Coparmex, Jorge Careaga lo dice así: “Nos preocupa la decisión del gobernador Alfaro de haber cancelado el fideicomiso y querer hacer ellos la retención de este impuesto, así como las declaraciones que ha hecho en el sentido de que se va a invertir en infraestructura turística. Creemos que la cancelación del fideicomiso no es una señal sana porque el tema de infraestructura es un tema muy demandante; nos hace falta muchísima infraestructura, pero no creemos que la bolsa de promoción turística sea de donde debe tomarse”

Antes, el presidente de Canaco, Carlos Gerard dijo que ” los recursos deberían de seguir siendo sólo para la promoción, publicidad y relaciones públicas”.

Marco legal

La Ley de Coordinación Fiscal, en su articulo 5to indica que, entre otros, el impuesto recabado por concepto de hospedaje será manejado por el gobierno municipal, siempre y cuando prive un convenio de coordinación entre el municipio y el estado.

En el mes de mayo de 1996 el municipio signó con el gobierno estatal un convenio “por tiempo indeterminado”.

Historia

Habría que recordar que, en el año de 1996, el entonces alcalde Fernando González Corona emprendió la idea de cobrar un pequeño impuesto al hospedaje, que sirviera para promover a Puerto Vallarta en el mercado turístico global.

El entonces alcalde comprendió que la dependencia de recursos para la promoción que provenían de las aportaciones que de buena voluntad realizaban empresarios a un Fondo Mixto, era insuficiente y débil, y que ello en breve nos pondría en desventaja con destinos que gozaban de todo el apoyo oficial para su promoción, como Cancún y Los Cabos.

Planteó al gobierno del estado, encabezado entonces por Alberto Cárdenas Jiménez la creación del impuesto al hospedaje, que por efectos legales solo podía ser cobrado por la autoridad estatal. La idea permeó pronto como una buena iniciativa entre los empresarios hoteleros, quienes se dijeron dispuestos en la creación de este impuesto que, cobrado por ellos y recaudado por el gobierno del Estado daría forma al entonces 2% de impuesto.

Así nació el Fideicomiso de Turismo, de la buena voluntad de las partes. Por un lado la Iniciativa Privada, que a sabiendas que el impuesto impactaría directamente en las tarifas emprendieron el proyecto. La autoridad estatal, que, reconociendo la importancia de la promoción de Puerto Vallarta decidió signar un compromiso en el que se establecía que el 100% de los recursos recaudados serían destinados a la promoción y el municipio, que asumiendo la importancia debida se convierte en el recaudador por tener la cercanía debida y la infraestructura para realizar la recaudación.

De ello han pasado más de 24 años.