Organizaciones en riesgo con Reforma fiscal al ISR
Este lunes, la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados aprobó la miscelánea fiscal 2022.
Las nuevas disposiciones de esta reforma podrían afectar el financiamiento de más de 5 mil organizaciones de la sociedad civil que asisten a personas de escasos recursos.
Activistas aseguran que esta reforma desincentiva la donación que las personas físicas hacen a las organizaciones civiles, por lo que se calcula que dejarían de recibir hasta 8 mil millones de pesos.
Por su parte, el gobierno mexicano argumenta que con la reforma fiscal al ISR se busca ampliar la recaudación fiscal e invertir el dinero en el fortalecimiento de los programas sociales que buscan reducir la pobreza en el país.
La reforma al Artículo 151
Las personas físicas pueden deducir gastos ante Hacienda hasta por 163 mil pesos como gastos médicos y funerarios, hipotecas, transporte escolar y una parte de las colegiaturas.
Como parte de un incentivo fiscal, se pueden deducir los donativos que se hagan a organizaciones de la sociedad civil hasta 7 % del ingreso anual y 10 % de aportaciones extraordinarias al fondo de retiro.
Aunque las motivaciones para donar van más allá de la deducibilidad de impuestos, es importante fomentar políticas e incentivos fiscales que favorezcan la cultura de la donación y el quehacer de las OSC @Mx_Diputados#ElSieteImporta#SíConLaSociedadCivil #SiConLasOSC pic.twitter.com/xHPTFh3cCZ
— Alternativas y Capacidades A.C. (@fortalecemos) October 18, 2021
Lo que propone la reforma al Artículo 151 de la Ley del ISR es que las personas físicas solo puedan deducir hasta el 15 % del total de sus ingresos, y que los deducibles estén dentro de una misma bolsa.
Esto quiere decir que las personas físicas deberán decidir si deducen sus gastos fijos (gastos obligados) o deducen sus donativos (gastos opcionales).
Dominique Amezcua, coordinadora de incidencia de Alternativas y Capacidades, explica que eliminar esta reforma elimina el incentivo fiscal para que las personas realicen donativos a las organizaciones de la sociedad civil:
“La gente no dona para deducir impuestos ante Hacienda, sino que lo hace por convicción de apoyar a causas, de ayudar a los más necesitados.Pero, definitivamente, el hecho de quitar este tipo de incentivos fiscales lo que hace es no contribuir al fortalecimiento de una cultura de filantropía que tanta falta hace en México, especialmente en un contexto de pandemia, violencia, y de crisis económica”.
Amezcua considera que esta reforma busca terminar con la evasión fiscal y el lavado de dinero, sin embargo las organizaciones civiles serán las más afectadas pues usan los donativos para subsistir y dar un servicio a la sociedad que el gobierno no cubre:
“No nos pueden mezclar a todos. Nosotros no somos factureros. No pueden hacer una reforma a rajatabla que da en la torre a los de más abajo, a los que atienden a la población más necesitada”.