Malecón de la Marina destruido por la fuerza del mar, en el corazón turístico de Puerto Vallarta

Las olas tiraron el muro de contención y tapiales de la obra de remodelación del malecón; doblaron cortinas y puertas de locales comerciales
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El centro de Puerto Vallarta amaneció con el rugir de las olas brincando el malecón. El tráfico vehicular tuvo que ser cerrado junto a este paseo turístico y se habilitó la circulación en doble sentido por la calle Juárez. Pero donde se dejaron ver mayores afectaciones fue en el conocido Malecón 2 de la Marina, entre la fuente de los Delfines y el río Cuale.

La fuerza de Priscila cambió en unos instantes este emblemático lugar, hiriendo el corazón de la ciudad. Las grandes olas sacaron piedras, tiraron jardineras, doblaron las cortinas metálicas de los negocios y rompieron puertas.

Locatarios, restauranteros y paseantes quedaron asombrados ante la fuerza de la naturaleza. Algunos colocaron costales con arena o tabiques para tapar los agujeros abiertos por el mar. Impactados, turistas y vallartenses contemplaban el sitio, registrando con sus celulares el histórico momento.

La arquitecta Citlali Plascencia, residente de obra en la remodelación del Malecón, fue testigo de cómo cayó el muro de contención y se inundaron los locales comerciales. Dijo que los daños afectaron principalmente las láminas de los tableros paralelos o tapiales.

“Yo estoy aquí desde las 8:00 de la mañana. Observé las olas, cómo revientan, cómo pegan hacia los locales, hacia el tapial que delimitaba la obra; cómo se llevó el muro de contención del mirador de Lorena Ochoa… En la obra nos tumbó todo el tapial que delimita el área donde estamos trabajando. Siento que los locatarios son los más afectados”, indicó.

Arquitecta Citlali Plascencia, residente de obra en la remodelación del Malecó

Señaló que cuando baje la marea y se tranquilice el mar, iniciarán trabajos de limpieza que les permitan retomar el proyecto de renovación del malecón.

El policía turístico Roberto Cervantes también presenció el fenómeno natural, recibió instrucciones de acordonar la zona y se mantuvo vigilante en el lugar.

Policía turístico Roberto Cervantes

“Estaba muy fuerte el oleaje, ya ahorita ya se ve menos. Pusimos lineamiento amarillo, ya que había muchas olas y estaban aventando piedras. Para evitar un accidente, pusimos cinta amarilla y la gente acató bien las indicaciones. La fuerza del mar se está llevando estructuras, se estuvieron cayendo las que pusieron, hasta que se controle esto”, narró.

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Miguel González Guerra