Redacción
Tribuna de la Bahía
Puerto Vallarta, Jal.-
Cuando existe el escenario de un secuestro, levantón, secuestro exprés o persona desaparecida, se crea entre la familia de la víctima y/o personas allegadas un ambiente de desesperanza, de intriga, de perturbación psicológica y evidentemente de un trauma crónico, tanto para la persona afectada como para sus familiares, en lo que se considera un “cautiverio”, reveló a Tribuna de la Bahía la experta en psicología, María Josefina Quijaz, quien indicó que este tipo de incidentes son una experiencia que nadie espera, y al suscitarse, se convierte en un hecho traumático en el momento en el que ocurre, durante el periodo que dure y posterior al desenlace.
Al informar en torno a las consecuencias en los familiares que causa la desaparición o secuestro de un ser querido, la doctora mencionó que ambos ilícitos son una experiencia que nadie espera, es una amenaza que afecta la integridad física de la víctima, pero también de la familia, de los amigos o las personas más allegadas, además de que perjudica el entorno social en el que se desenvuelven los familiares o la propia sociedad ante este tipo de sucesos, generando un trauma psicológico en muchos casos irreparable.