Jorge Luis López Ramos
La enorme fuerza que tienen las redes sociales y su impacto hacía con el pensamiento de las personas, quedo de manifiesto, nuevamente el pasado sábado cuando se jugó el primer partido de la selección mexicana en el mundial de Rusia, pero además por el sorpresivo resultado a favor que los nuestros obtuvieron frente al once alemán.
El júbilo y la alegría invadió a nuestra nación, lo que parecía imposible se había dado, la selección mexicana había derrotado al actual campeón del mundo, la fiesta comenzó, el motivo o pretexto estaba dado, la fiesta nacional por el acontecimiento histórico era imperativo y las redes sociales se llenaron, en breves minutos de crónicas intensas de esperanza traslapando el triunfo de la selección en algo parecido a un paradigma con posible utilización general.