“No dejar títere con cabeza”

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“Que lo resuelva la Fiscalía”. Frase ya repetitiva del presidente en turno, para los asuntos calientes en donde evade su responsabilidad olímpicamente.
Pregunta: ¿Quién cree en este momento en la Fiscalía? ¿Quién cree en su limpieza de actuación en este momento?

Desafortunadamente el fiscal Gertz manchó con una marca indeleble la credibilidad en esa organización, que, por definición, debe tener una transparencia y una ética a prueba de cualquier influencia personal, principalmente del titular de esa Fiscalía 

El presidente en turno, antes de investigar o analizar el caso le dio un voto de confianza al Fiscal General, incrementando todavía más la duda del manejo tendencioso en la aplicación de la justicia.

No conozco al Sr Gertz, hace años oigo de él en diferentes puestos, y no tenía una mala imagen de su desempeño.

Pero después de este hecho reciente, en donde dos agentes fueron consignados por no actuar en contra de los acusados, luego meter a la cárcel a una persona por más de 540 días, por diferencias personales, usando indebidamente el poder de su puesto y habiendo sido expuesto públicamente de cometer esa injusticia usando su puesto de Fiscal, es inaceptable.

Inaceptable por el gobierno, por la sociedad, pero más importante, por el culpable, esperando que su renuncia ya estuviera en el escritorio del presidente en turno, por simple vergüenza de lo ocurrido.

Si eso no sucede, es el ejemplo más evidente de la mafia del poder, expresión oída en forma repetitiva desde el año 2006, por el mismísimo presidente en turno

En una miniencuesta por este tema, que hice, con la sola pregunta: confía Ud en la Fiscalía General de la Nación, si tuviera un problema?

La muestra fueron 23 gentes productivas y pensantes, y la respuesta más amable que recibí fue “ni madres”. Se imaginarán las demás.

Este es un ejemplo claro de la destrucción sistemática de las instituciones emblemáticas de nuestro país sean instituciones federales u organizaciones autónomas.

La credibilidad en la honestidad y funcionamiento de las instituciones de un país por parte de sus habitantes es lo que da vida a su estructura, llámese Fiscalia, atención médica, seguridad, inversión.

Desgraciadamente estamos en crisis en esas responsabilidades, ya que en ninguna hay resultados positivos y la credibilidad tan necesaria en esos conceptos está por los suelos.

Aparentemente, viendo esta tendencia destructiva, cabe la frase siguiente, como si fuera instrucción gubernamental, 

“No dejar títere con cabeza”.