“No dejar caer a nuestro país” – Carlos Rojas Magnon

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Los hechos sucedidos esta semana son deplorables para los esfuerzos de cambio de nuestro país.

Por un lado, el corrupto dirigente del PRI, quizá por salvar su desafuero, se vendió como Judas al secretario de gobernación, pasando sobre su compromiso de la coalición por México, una esperanza de tener la fuerza para vencer a Morena en el 2024.

Desde luego que Alito, el sobrenombre del traidor presidente del PRI, no representa a todas las corrientes del partido y realizó un apoyo a Morena en contra de lo convenido en la coalición, que pone en riesgo esa unión para el 2024.

Votó a favor de que la guardia nacional dependa del ejército y esté vigente hasta el 2028.

El rotundo fracaso de la guardia nacional después de dos años de su creación se quiere tapar adhiriéndola al ejército, creando un mal mayor, ya que las actividades, educación, entrenamiento, pertenencia y filosofía de grupo son completamente diferentes.

Es una burda militarización del país sin ver los riesgos e ineficiencias en operación y efectividad que van a enfrentar.

¿Cadetes de Antón Lizardo de la Marina, pasan al ejército? ¿Policías federales se vuelven soldados? ¿Estando adheridos a la Sedena van a ser efectivos?

Están creando un monstruo con el silencio de los distinguidos 38 generales de división, pilares del ejército mexicano.

¿Se les ha pedido opinión? ¿Están de acuerdo con el deterioro de las funciones del ejército? ¿Apoyan la incondicionalidad, no disciplina del secretario de la defensa?

Las mentes de los cadetes, tanto del Colegio Militar como de Antón Lizardo, deberán estar pensando en su futuro castrense, y no precisamente en cuidar aduanas, o manejar pipas o construir sucursales de bancos y menos ser policías urbanos.

Fue un paso más a la militarización del país, tan negada por los que ahora son promotores, aunque el presidente lo niegue e insulte en una forma procaz a los que no están de acuerdo con su propuesta, en la misma cámara senadores de la República, sin guardar el menor respeto.

Analizando estos últimos eventos, debemos trabajar mucho, cada quien, en su nicho y actividad, para

“no dejar caer a nuestro país”.

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