Segundo año consecutivo que no celebran el Día del Charro
Ramón Mauricio Ibarría Nolasco, delegado en la Costa Norte de Jalisco de la Federación Mexicana de Charrería, informó que por la pandemia, por segundo año consecutivo no celebraron este 14 de septiembre el Día del Charro, por lo que se volvió a extrañar su desfile por el centro y malecón de Puerto Vallarta, que concluía en una gran comida.
Esta es la tercera vez que no se celebra en el municipio el día del deporte nacional, recordó en el 2004 los suspendieron por una fuerte tormenta tropical, con ráfaga de vientos.
“Hay seis asociaciones en Puerto Vallarta de las cuales participamos en los campeonatos estatales que nos rige la federación, tenemos más o menos un contingente de 180 charros de cada asociación. La tradición inculcada desde mi familia, de mis abuelos, mi papá, estamos unidos con el proyecto de la charrería, aquí en el municipio y en el Estado”, subrayó.
Agradeció la dicha y honor de ser charro, símbolo nacional, de ser esa parte del pasado que regresa cada que calza un par de botines, se cala el sombrero, abotona sus chaparreras, amarra un pial o tira una cola.
La charrería data de la época colonial, fue reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad. En Puerto Vallarta hay una gran tradición, incluso Mauricio desciende de campeones nacionales del deporte mas mexicano.
“Yo fui charro completo en 1999 y la verdad todas las suertes son muy bonitas, cada una tiene su dificultad, hay unas que ocupan mucha técnica, mucha practica, hay otras que requieren mucho valor, que es el Paso de la Muerte, las jineteadas, mucha decisión. La charrería abarca arte, cultura historia, un sinfín de cosas que no solo es deporte”, ponderó.
Ser charro es más que una moda o un día, no es un disfraz ni un traje de artista, es presente de un pasado glorioso, es una gran responsabilidad y un estilo de vida, porque no basta con saber montar o realizar una suerte, un charro debe tener palabra, honestidad, amor por la tierra y el caballo.
Ibarría Nolasco dijo que no es un deporte caro:
“Depende, a tus posibilidades puedes practicar la charrería, ya sea con un traje de faena o un traje de gala, como puedas y tengas la posibilidad, sin ningún problema”.
En esta atípica conmemoración, se vistió de charro solo para nuestra cámara, y añoró la convivencia con sus compañeros. Lo acompañó su esposa María Isabel Segura Aguirre, portando el traje de escaramuza, orgullosa de continuar con esta tradición en su familia.
“Desde la niñez siempre me gustó este deporte, no lo practico así al 100, pero me gusta apoyar, inculcar a la familia y me tocó la suerte de coincidir con un charro y seguir fomentando el deporte con mis hijos y con todos los grupos de amigos que se hacen en la familia charra”, expresó con gran satisfacción Isa.