Los niños que se volvieron gigantes
La UEFA Champions League es el torneo de clubes más codiciado del planeta. La “Orejona” es el título que todo futbolista quiere aspirar a levantar. Los mejores equipos de Europa y los más grandes futbolistas de todo el planeta disputan este torneo con el objetivo de ser campeones de Europa. En dicha competencia hay diversos equipos que la han ganado. Real Madrid, Milán, Bayern Munich y Liverpool encabezan la lista como los más grandes, por otro lado equipos modestos como el Porto, Benfica o Dortmund han logrado la hazaña al imponerse ante los gigantes. Pero hay ciertos equipos reconocidos por su buen futbol y su capacidad de ganar. Aquel Ajax de Cruyff, el Milán de Sacchi o el Barcelona de Messi, fueron equipos que ganaron, pero son más recordados por su futbol que por su triunfo. Y es allí, donde encontramos a una generación de niños que enamoraron a Europa.
En una época donde el protagonismo se lo han llevado los mercados de verano y los equipos con mayores gastos, hubo una academia que sacó a luz una espléndida generación de jóvenes futbolistas. El Ajax dirigido por Ten Hag comenzaba su viaje por la Champions tras superar sus fases de eliminación previa y clasificarse después de una ausencia de cuatro años. Junto al Benfica, Bayern de Munich y AEK Athenas buscarían un pase las rondas finales.
Van de Beek, Mazraoui, Onana, Neres, Ziyech, De Jong y De light, los niños maravilla de aquel Ajax soñaban hacer grandes cosas. Unos veteranos Blind y Schone se unían al lateral izquierdo Tagliafico y al serbio Tadíc como los experimentados en la plantilla. Con un 4-2-3-1 y usando a Dusan Tadíc como variante en ataque y creación, Ten Hag se dispuso a jugarle de tu a tu a los mejores equipos del mundo. Fue entonces que tras terminar derrotando en dos ocasiones al equipo griego, empatando uno y ganando el otro juego contra los portugeses, los dos empates contra el gigante bárbaro le bastaban para clasificarse como segundo. Ya comenzaban a enamorar a los televidentes por su buen juego. Sin embargo, tenían una tarea de escala mayor. En octavos de final, se verían las caras con el vigente tricampeón de la competencia, el gran Real Madrid. Los merengues visitaban el Johan Cruyff Arena, para buscar avanzar en la copa, esta vez, sin su máximo referente Cristiano Ronaldo en sus filas. Benzema metía un derechazo directo a la red, tras una gran jugada de velocidad de Vinicius, pero Ziyech igualaba el juego quince minutos después.
El campeón se veía superado en el juego por el Ajax, quienes no lograban concretar la victoria, hasta que al minuo 87, Marco Asensio en un contragolpe liquidaba el encuentro. Logrando la victoria en un juego donde los neerlandeses les habían superado con facilidad. Con la victoria ya en las manos, Sergio Ramos forzaba la amarilla de cara a evitar una posible suspensión por acumulación de tarjetas en cuartos de final. Aquel partido nos dejaba dos puntos muy importantes. La incapacidad del Ajax para liquidar encuentros debido a la sangre nueva en la plantilla y que jamás debes dar por terminada una eliminatoria.
El Bernabéu recibía al Ajax sin su capitán Ramos en la defensa. Y fue toda una catástrofe. Los de Ten Hag enmudecerían al estadio más exigente del mundo con una exhibición de futbol total que emulaba a las grandes goleadas del Barcelona en ese mismo estadio. Un Tadíc descomunal sería el protagonista principal de aquel duelo. Con un pase hacia atrás una vez dentro del área, permitía que Ziyech apareciese y marcara un gol tempranero. Había eliminatoria, pero no por mucho. El Serbio se vestía de Zidane y asistía a Neres después de hacer una ruleta sobre el mismo Casemiro. El campeón de Europa temblaba al ver la “10” desfilar desnudo en el campo. El Madrid se fue al ataque y presionó, no era la primera vez que se veía superado en una eliminatoria. Sin embargo, Tadíc aparecía y tras un buen control de pelota en la media luna del área, metía un balón imparable en la escuadra. Era una goleada en el Santagio Bernabeu. El Madridismo no lo podía creer, estaban despidiéndose de la Champions tras tres años seguidos levantándola. Asensio hizo soñar al público por un momento con la remontada, pero Schone cobraba un brutal tiro libre que liquidaba el partido. 4 a 1, los niños del Ajax despachaban al rey de Europa.
En cuartos les esperaba una vieja rival. La Juventus de Turín, quien tenía como referente al mejor futbolista de la competencia, Cristiano Ronaldo. El partido nuevamente fue controlado por los niños maravilla, pero una simple jugada de peligro de los italianos veía frutos cuando Ronaldo mandaba la pelota a la red tras un cabezazo al centro de la portería. El empuje y juego de los holandeses dio su fruto, pues Neres terminaba igualando el juego y dando grandes motivos de esperanza de que el Ajax podía repetir la proeza de eliminar a un grande. En la vuelta, el escenario comenzaba como el esperado. La Juventus en casa tenía la iniciativa y tras un tiro de esquina, el de siempre, daba el 1-0 inicial. Cristiano Ronaldo conectaba el balón con la cabeza, dejando inmóvil a Onana. El Comandante le daba la victoria parcial al equipo de Turín. Sin embargo, eso había sido lo poco que generó el local. Los visitantes le superaron en idea y juego, y fruto de ello fue el primer gol, el cual tras un rebote, el balón le quedaba a Van de Beek en buena posición para marcar solo frente al arco. El Ajax siguió tocando y jugando, lo que para muchos podía considerarse una burla al rival, para otros era ver a unos niños jugando en el campo. Era un festín de toques, lujos, presión y versatilidad ofensiva. Fue en un tiro de esquina donde la torre De Light se alzó y con un cabezazo liquidaba la serie. El Ajax clasificaba a una semifinal de Copa de Europa desde 1997.
Frente a ellos, estaba un Totentham Spurs que aunque no conocía lo que era levantar la orejona, partían como superiores por nómina y plantilla. Sin embargo, al Ajax eso ya no le importaba. Tras una cómoda victoria en Londres por 1-0, arribaban a Holanda para la semifinal de vuelta. Un partido digno de película, estaba por iniciar. El equipo holandés comenzaba ganando el partido a los 5 minutos cuando De Light volvía aparecer en un tiro de esquina. La torre defensiva la hacía de goleador y ponía por delante a los locales. Los Spurs intentaron hacer daño, pero tras un poste y un fuera de lugar, los niños del Ajax construían una jugada que nuevamente Tadic ponía la pelota al pie de Ziyech quien solo incrustaba el balón en el arco. La ventaja era de 3 y en Holanda ya soñaban con la final. El futbol premiaba al buen juego y todos éramos testigos de cómo el futbol total que nos dejó Johan Cruyff volvía a protagonizar la máxima competencia europea.
Tras una gran jugada colectiva de contragolpe, Lucas Moura llegaba de cara al arco para dar el gol que parecía el de la honra. Sin embargo, Los Spurs, tenían la formula exacta para enfrentar a un equipo de posesión y asociación como lo era el Ajax. Tras una muy buena intervención de Onana para evitar el gol de Llorente, una confusión con Schone le impidió coger el balón, el cual le quedaba al más habilidoso del campo. El Brasileño Lucas Moura, de espalda a la portería nos regalaba una filigrana entre dos rivales para conectar un disparo al arco sin ver. La serie estaba a un gol. Los ingleses podían dar la sorpresa. Eso provocó que fueran al ataque con más hombre, dejando la zona baja desprotegida. El Ajax generó un par de ocasiones debido a dicha ventaja y a su juego, pero nuevamente el poste y su incapacidad para liquidar el juego, dejaban viva la eliminatoria. Era el último minuto, tiro de esquina, Lloris, el arquero del equipo inglés subía a rematar. Pero la pelota se iba hacia arriba en otro intento más de ataque londinenses. Faltaban segundos para ver al Ajax en la semifinal. Onana mandaba la pelota lo más lejos de su área, pero rápidamente los Spurs se hicieron con ella, Sisoko sabiendo el poco tiempo tiraba un pelotazo hacia enfrente, el cual Llorente bajaba con poca comodidad para Dele Ali quien con un sutil toque dejaba a Moura con oportunidad de marcar. El brasileño, estaba en un estado místico, digno del mismo Rivaldo o Ronaldo Nazario. Empujó la pelota al arco, consumando la voltereta. Los jugadores del Ajax se desplomaron al ver aquel gol y los ingleses corrieron eufóricos directo al punto del tiro de esquina para celebrar. Era una remontada histórica.
El Ajax de Ten Hag se despedía enorgulleciendo a sus aficionados quienes a pesar del mal sabor de boca, supieron valorar lo logrado por esa generación de niños y les aplaudió. Ese mismo verano ese equipo sería desmantelado por los grandes y adinerados equipos de la élite y el Ajax nuevamente debía remar contra corriente para construir un nuevo equipo capaz de emular lo logrado por esos chicos, aquel 2019. La vida no es justa, el futbol tampoco lo es. No se trata de merecimientos, sino de hechos. El Ajax no supo liquidar y el Totenham sí. Esa es la diferencia entre el ganador y el perdedor. Sin embargo, a pesar de llegar a la final, fue el eliminado el que ha sido más recordado por los aficionados. Porque al final, podríamos decir, que tanto el futbol como la vida, se trata del viaje, no del destino.