El mundo despide el 2024 con 8,200 millones de personas, según la ONU
La población mundial cierra el año 2024 con una cifra histórica de 8,200 millones de personas, de acuerdo con el informe anual del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales (DESA) de la ONU. Este reporte revela proyecciones que anticipan un crecimiento sostenido durante las próximas seis décadas, alcanzando un máximo de 10,300 millones hacia mediados de la década de 2080.
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Tras llegar a ese punto culminante, el estudio estima que la población global disminuirá gradualmente, ubicándose en 10,200 millones hacia finales del siglo. Este ajuste en las proyecciones representa un cambio significativo en comparación con los cálculos de hace una década, cuando se esperaba un aumento de 700 millones más para el cierre del siglo.
Factores clave detrás del cambio demográfico
Uno de los aspectos destacados del informe es la baja fertilidad en varias naciones clave, como China, Italia y Corea del Sur, donde la tasa de nacimientos por mujer ha caído por debajo de los 2.1 hijos necesarios para mantener una población estable. En países con “ultrabaja” fecundidad, como España y Japón, este indicador se encuentra en menos de 1.4 hijos por mujer.
A nivel global, las mujeres tienen, en promedio, un hijo menos que en 1990. Esto ha llevado a que casi 63 países hayan alcanzado ya el pico de su población en 2024, entre ellos, China, Alemania, Japón, y Rusia, y se espera que en 30 años, estas naciones registren una reducción promedio del 14 % en su tamaño poblacional.
En tanto, 48 países del mundo, como Brasil, Irán, Turquía y Vietnam, se prevé que la población llegue a su máximo entre 2025 y 2054. En los 126 países restantes -incluidos India, Indonesia, Nigeria, Pakistán y Estados Unidos-, la población aumentaría hasta 2054 y llegaría al pináculo en la segunda mitad del siglo o más tarde.
La República del Congo, Níger y Somalia duplicarían su población entre 2024 y 2054.
Nuevas dinámicas sociales y desafíos ambientales
El cambio en las tendencias demográficas también trae consigo una visión más alentadora para el medio ambiente. Según el titular de DESA, Li Junhua, una población que alcance su máximo más temprano y menor de lo esperado podría reducir la presión sobre los recursos naturales y el impacto ambiental generado por el consumo humano.
Sin embargo, el informe subraya que este fenómeno no exime a los países de implementar medidas para disminuir el impacto per cápita, especialmente en los sectores más contaminantes.
El futuro de las generaciones jóvenes
Pese a los avances en salud y derechos reproductivos, persisten desafíos significativos. En 2024, más de 4.7 millones de bebés nacieron de madres adolescentes, muchas de ellas en países de ingresos bajos. DESA resalta la importancia de invertir en educación, retrasar la maternidad y empoderar a las mujeres para participar en el mercado laboral, lo que podría desacelerar el crecimiento poblacional y favorecer el desarrollo sostenible.
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El informe también destaca un aumento constante en la esperanza de vida, que se recuperó tras la pandemia de COVID-19, situándose en 73.3 años en 2024. Para mediados del siglo, se espera que la mayoría de las muertes ocurran a edades superiores a los 80 años.
El cierre del 2024 marca un momento crucial en la historia demográfica global, mientras el mundo se prepara para enfrentar retos sociales, económicos y ambientales derivados de estos cambios poblacionales.