Murió Javier Bátiz, pionero del rock mexicano y maestro de Santana y Alex Lora

El guitarrista que forjó el camino del rock en México, ícono del blues y símbolo de resistencia cultural frente a la censura y el olvido.
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Javier Bátiz, el legendario guitarrista y cantante mexicano que dio forma al rock y al blues en México, falleció ayer, dejando un vacío inmenso en el corazón de quienes entendieron su trascendencia como músico y mentor. Su nombre, a menudo oculto en la sombra del reconocimiento masivo, es sin embargo un pilar indiscutible de la historia musical de México.

Nacido en Tijuana en 1944, Bátiz fue un verdadero pionero. Mientras la música popular mexicana de los años 60 estaba dominada por boleros y baladas, él tomó la guitarra y canalizó el alma del blues y el rock en un país que apenas comenzaba a entender estos géneros. Su estilo audaz y su entrega emocional en cada acorde lo convirtieron en una figura mítica, tanto para sus seguidores como para las generaciones de músicos que lo admiraron y aprendieron de él.

Entre sus discípulos más destacados se encuentra Carlos Santana, quien siempre ha reconocido a Bátiz como su mentor. Fue Bátiz quien introdujo a Santana al blues profundo y a la idea de que la música debía sentirse tanto como tocarse. Santana, convertido en una leyenda global, nunca dejó de recordar al hombre que lo guió en sus primeros pasos. Alex Lora, el ícono del rock nacional, también fue influido por la visión de Bátiz, quien plantó las semillas de un rock auténtico, alejado de lo comercial y fiel a sus raíces.

La carrera de Javier Bátiz no fue fácil. Durante los años 60 y 70, el rock en México enfrentó una fuerte censura por parte del gobierno, que lo veía como una amenaza subversiva. Esta marginación limitó el alcance de su música, relegándolo al ostracismo. Sin embargo, Bátiz nunca traicionó su esencia ni se doblegó ante las presiones. Continuó tocando, enseñando y promoviendo el blues y el rock, convirtiéndose en un símbolo de resistencia cultural.

A pesar de no haber recibido el reconocimiento masivo que merecía, Bátiz fue un “músico de músicos”. Su nombre era reverenciado por artistas y conocedores, quienes entendían su impacto como catalizador del movimiento rockero en México. En sus conciertos, su guitarra hablaba por él, narrando historias de pasión, lucha y libertad.

Hoy, al despedir a Javier Bátiz, México pierde a un gigante. Pero su legado permanece intacto en cada riff de guitarra, en cada joven músico que encuentra en el blues una voz, y en cada rincón donde el verdadero rock mexicano sigue vivo.

Bátiz no solo fue un pionero, fue un maestro. Un hombre que, en su vida y en su música, enseñó que el camino no siempre es fácil, pero que vale la pena recorrerlo con autenticidad y pasión. Su obra y su influencia perduran como testimonio de un tiempo y un espíritu que, aunque muchas veces incomprendidos, nunca dejaron de brillar.

Autor

  • Hugo Lynn

    Licenciado en Periodismo por la escuela Carlos Septién; tiene estudios en administración pública por la UnADM y estudios de posgrado en gestión política en la George Washington University en Washington D.C. Ha sido reportero y corresponsal de El Universal, W Radio, 8 Columnas, la triple A y Tribuna de la Bahía. Ha sido director editorial de Mercurio, jefe de información de Meridiano, director de Noticias en Digital 90.3, Radiorama, Televisa Radio y CPS Media.

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