Mónica Rodíguez, de El Pitillal, abraza la vida religiosa

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Una joven vallartense ofreció sus votos como religiosa, se trata de Mónica Arely Rodríguez Rodríguez, vecina de la delegación municipal de El Pitillal, cuya celebración eucarística se llevó a cabo en la parroquia de San Miguel Arcángel, en cuya comunidad creció.

En la misa estuvo acompañada por su numerosa familia, algunos amigos y sus compañeras del Instituto de Hermanas Guadalupanas de La Salle, que vinieron desde Michoacán, donde ella realiza su pastoral en colegios y casas hogares, cuidando los protocolos sanitarios. 

La hermana Mónica tiene 28 años de edad, hija de José Jesús Rodríguez Guízar y Felicitas Rodríguez Robles, recordó que hace 10 años fue difícil separarse de su familia para seguir su vocación, de educación humana y cristiana a niños y jóvenes.

Mónica Rodríguez

“Hace 11 años, terminando la preparatoria descubrí en mi vida algún vacío, e inicié mi proceso vocacional, estuve 6 meses en retiros y convivencias juveniles, ahí descubrí que el Señor me estaba llamando a este estilo de vida, fue un poco difícil responderle”, rememoró.

Pocas veces se ha visto en la ciudad estas singulares ceremonias de profesión perpetua. Al terminar, celebraron el acontecimiento con una comida y convivió, donde la religiosa bailó el vals con sus seres queridos, recibiendo innumerables presentes y felicitaciones.

Mónica Rodríguez

El seguir un vida espiritual fue complicado, en el entorno de diversión que tiene una ciudad turística como Puerto Vallarta, pero se siente satisfecha:

“Yo creo que es una dificultad para los jóvenes de hoy, el adentrarse a lo que su corazón quiere, es más fácil responder a la libertad y atracciones del momento, pero guardar esos espacios de oración y preguntarse qué es lo que realmente quieren o buscan, muchas veces no se dan la oportunidad, yo creo que Dios llama aquí en Vallarta, en cualquier parte del mundo, es la invitación a dejarse seducir por él y a descubrir lo que Dios les llama para sus vidas, ya sea a través de la vida consagrada, matrimonial, sacerdotal o la soltería, que son los estilos de vocación”, reflexionó la hermana Mónica.

Miguel González Guerra