Moby Dick​

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Se trata de una de las historias más apasionantes de la literatura. La historia la escribió  Herman Melville.

Esta historia curiosamente involucra a un puerto de México, se trata nada menos que de Mazatlán.

Melville por alguna razón muy especial quería capturar una ballena blanca, esto fue en la época en la que en todo el mundo las ballenas eran perseguidas, fueron y son aún muy valiosas, tanto que los países orientales como China y Japón aún las captura y son objeto de persecución. 

Las industrializan y casi todo es aprovechable: su carne, sus intestinos y hasta sus órganos de reproducción. De tal suerte que fueron y aún son muy valiosas para estos países.

En el siglo XIX ocurrían enormes matanzas de ballenas, no eran fáciles de capturar, pues el instinto de estos enormes cetáceos no significan peligro, solamente que hace casi más de dos siglos habrían de arponearlas para matarlas, algunos países desarrollaron técnicas para dispararles arpones de muerte, cosa que hizo la cacería más fácil y con mayor mortandad de la especie, a tal grado que hubo países que criticaron la cacería ya que no distinguían las diferentes especies de ballenas.

El caso es que  Herman Melville tenía obsesión por capturar un cachalote.

¿Cómo fue que se involucró al puerto de Mazatlán en este libro? Sucede que  Herman Melville antes de escribir su libro visitó México, entre otros sitios, pasó unas semanas en Mazatlán, se hospedó en un hotel cercano a la playa, tuvo muchas tardes y noches de alcohol, hacía sus recorridos por algunos bares y luego se iba a dormir.

El día clave de esta historia fue cuando despertó al amanecer, abrió la ventana de su cuarto y frente a él se proyectó lo que parecía una ballena, grande fue su sorpresa y exclamó ¡Moby Dick!, los efectos del alcohol, lo que llamamos en México la cruda, le hicieron ver al cachalote ¡Moby Dick!

Sin duda se necesita imaginación para ver una cosa que no es, lo que  Herman Melville vio es el famoso cerro de El Vigía, se trata de una pequeña montaña a orillas del mar que tradicionalmente fue cárcel federal, una cárcel muy sui generis, donde solamente estuvieron personajes que también les cuento aquí.

El detalle es que  Herman Melville vio personificado el famoso cachalote blanco, le dio rienda a sus pensamientos y despertó su instinto ballenero.

Escribió su libro durante esa época de persecución pero no despertó mucho interés la literatura, fue hasta el siglo XX, o sea un siglo después, cuando este libro no solamente fue famoso sino que también fue motivo de una película. 

Esta cinta “Moby Dick” la protagonizó Gregory Peck, la dirigió John Huston, se reunieron muchos factores, entre otros el crear este enorme cetáceo ya que tenía que ser blanco y los elementos de persecución por un barco hasta lograr atraparlo.

Revivió la historia y el interés por leer el libro de Herman Melville, lo curioso es que fue en Mazatlán en donde se iluminó la mente de este personaje provocado por una “cruda” realidad. 

Hoy el cerro del Vigía sigue como parte importante de la ciudad de Mazatlán, lo que fue cárcel, hoy lo ocupa el gobierno federal y en esta cárcel durante algunos años fue detenido un personaje conocido como El Gitano, quien durante un carnaval entró a caballo al hotel Velmar, donde se divertía el gobernador de Sinaloa, lo mató de un balazo y salió en fuga al sitio donde se escondía. 

Cuando lo atraparon y lo juzgaron, lo condenaron a esta cárcel federal de donde salió para cumplir su condena en otra cercana a la Ciudad de México. 

La historia del Gitano merece ser conocida, pues no cualquiera se atreve a asesinar a un gobernador de cualquier estado, ese gobernador fue Rodolfo T. Loaiza. 

Otro gobernador de Sinaloa, después logró la libertad de El Gitano y lo tuvo a su servicio, que no fue otro, más que el de su propia protección.

Foto: Pixabay