Mirtha Villalvazo; mujer valiente, pero impuntual

La presidenta municipal de Bahía de Banderas, Mirtha Villalvazo Amaya, no es muy asidua a llegar temprano o a respetar los horarios de sus eventos o agendas del diario. Invitados, ciudadanos y funcionarios estatales tienen que esperar hasta dos horas, esto a casi cumplirse dos años de su administración. En sus actos oficiales la presentan con su eslogan de “mujer valiente”, podrá ser valerosa, pero también es muy informal.

Este miércoles, quien tuvo que esperar sentada a la llegada de Mirtha Villalvazo, fue la Secretaria Ejecutiva del Sistema de Protección Integral de Niños, Niñas y Adolescentes (SIPINNA) en el estado de Nayarit, Concepción Rodríguez Llamas, dado que la presidenta, llegó a las 11:20 a.m a un evento que estaba pactado a las 10:00 horas.

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La reunión tenía como objetivo la sesión del Sistema de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes de Bahía de Banderas, que involucra a funcionarios de Seguridad Ciudadana, DIF, IMPLAN, Contraloría, entre otras dependencias, quienes llegaron temprano, igual que la funcionaria estatal, la sesión no se podía llevar a cabo debido a que no estaba la presidenta quien encabeza la sesión.

Rodríguez Llamas, se veía un poco “desmañada”, pero tranquila, conforme pasaban los minutos, aguardaba sentada en el salón de eventos del Centro Empresarial de Nuevo Vallarta, en donde se desarrollaba el evento.

Pasadas las 11:00 de la mañana, el desespero imperó en la sala, los directores ya mostraban aburrimiento por estar sentados, salieron por algunos refrigerios y café para seguir esperando, se miraban y solo sonreían.

De pronto, Mirtha Villalvazo apareció, el reloj marcaba las 11:20 horas, acelerada y con prisa ingresó a la sala de juntas, para dar inicio a la sesión, solo duró cerca de 20 minutos y desapareció, debido a que en el mismo edificio tenía otro evento con los maestros de la región a quienes también hizo esperar.

Menos mal que la funcionaria solo tendrá que esperar una vez al año parte de su ayudantía, directores, funcionarios de segundo y tercer nivel, así como ciudadanos tienen que pasar esto casi todos los días.

LM