México pierde vs Estados Unidos ¡hasta en el maíz!
México no solo ha visto derrotas en la cancha de fútbol contra Estados Unidos, sino también en las disputas comerciales relacionadas con el maíz genéticamente modificado. Después de una larga controversia que se originó en 2020 con dos decretos emitidos por el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador, las suspensiones a la importación de este tipo de maíz quedarán sin efecto tras una resolución internacional.
Los decretos, que prohibían la importación de maíz genéticamente modificado y el uso de glifosato, fueron ampliamente criticados por carecer de base científica y no seguir los procedimientos establecidos en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Además, nunca fueron sometidos al Panel de Resolución de Controversias del tratado, dejando a México expuesto a posibles sanciones comerciales.
En su fallo reciente, el Panel determinó que las medidas tomadas por México violan los acuerdos comerciales establecidos en el T-MEC. Esto obliga al gobierno mexicano a eliminar las restricciones y abre la puerta a una compensación económica por los daños causados a los productores y exportadores estadounidenses de maíz.
El secretario de Economía, Marcelo Ebrard, acató de inmediato la resolución y anunció que se trabajará para cumplir con las disposiciones del tratado, buscando minimizar las repercusiones económicas y diplomáticas. Sin embargo, el secretario de Agricultura, quien se ha manifestado como un opositor firme al maíz genéticamente modificado, expresó su descontento con la decisión, argumentando que esta va en contra de los intereses de los agricultores locales y de la soberanía alimentaria del país.
Por su parte, la Representante Comercial de Estados Unidos (USTR) celebró la resolución como una gran victoria para los productores estadounidenses. La embajadora Katherine Tai declaró que:
“Este fallo reafirma la importancia de los acuerdos comerciales y el cumplimiento de las normas internacionales. Estados Unidos siempre defenderá a sus agricultores y la ciencia como base de las políticas comerciales”.
La decisión también podría tener implicaciones significativas para México en otros sectores. Los expertos advierten que este revés pone de manifiesto la falta de estrategia en la implementación de políticas comerciales y medioambientales, así como la necesidad de fortalecer los argumentos científicos y legales en futuras negociaciones internacionales.
Con la eliminación de las restricciones al maíz genéticamente modificado, México seguirá dependiendo de las importaciones de Estados Unidos para abastecer a su mercado, especialmente en sectores como el alimentario y pecuario. Este resultado también podría desencadenar tensiones internas, ya que los productores nacionales continúan divididos respecto al uso de semillas modificadas genéticamente.
La resolución deja un mensaje claro: en un entorno globalizado y regido por acuerdos multilaterales, las decisiones unilaterales sin sustento científico tienen un alto costo. México ahora enfrenta no solo el reto de cumplir con las disposiciones del T-MEC, sino también el de reconstruir su credibilidad en el ámbito internacional.
AT