En respuesta a la escalada de violencia y enfrentamientos entre grupos criminales en Chiapas, México, aproximadamente 180 ciudadanos mexicanos han cruzado la frontera hacia Guatemala buscando refugio. La frontera ha sido reforzada por el Ejército de Guatemala y la Policía Nacional Civil (PNC) para prevenir el ingreso de elementos criminales que desde 2021 se disputan el control territorial en la región.
Un comunicado emitido por el Ministerio de Defensa de Guatemala confirmó la cifra de 180 mexicanos desplazados. Estas personas huyen de los enfrentamientos, retenes y el riesgo de reclutamiento forzoso por parte de grupos criminales que buscan bloquear caminos y reclutar a los locales para fortalecer sus filas en la lucha contra sus rivales.
La gobernadora de Huehuetenango, Elsa Hernández, junto con el alcalde de Cuilco y representantes del Ministerio de Defensa y de la PNC, visitaron este miércoles a los desplazados en Cuilco, Huehuetenango. En contraste, el presidente guatemalteco Bernardo Arévalo mencionó en una conferencia de prensa que el número de desplazados que ingresaron al país asciende a 600.
Las familias refugiadas se han asentado en la comunidad Ampliación Nueva Reforma, en el municipio de Cuilco, Huehuetenango, que limita con el departamento de San Marcos y hace frontera con los municipios chiapanecos de Amatenango de la Frontera, Mazapa de Madero y Motozintla.
El Ministerio de Defensa ha dispuesto albergues provisionales en la comunidad para proporcionar alimentos, abrigo y atención médica a los desplazados. Además, se han movilizado más soldados a la zona para asegurar la frontera y realizar patrullajes motorizados y a pie.
Por otro lado, unas 250 personas de comunidades de Chicomuselo han huido hacia el municipio de Siltepec, donde están siendo atendidas en la clínica de salud local. La crisis humanitaria en la región refleja la gravedad de la situación de seguridad en Chiapas y la necesidad de una respuesta coordinada para proteger a las personas afectadas por la violencia.
