Marigalante: El descanso de un guerrero; el zarpe de la esperanza

La Marigalante se hundió lentamente frente al centro de Puerto Vallarta después de que su sistema de achique (bombeo) fallara
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El 10 de octubre de 2025, el mar que fue su hogar durante más de tres décadas recibió a la Marigalante en su descanso final. El histórico galeón se hundió lentamente frente al centro de Puerto Vallarta después de que su sistema de achique (bombeo) fallara.

El percance ocurrió a la altura del hotel Buenaventura, cuando la tripulación intentaba llegar al puerto para reparaciones técnicas. A pesar de los esfuerzos, la maniobra falló, dejando una imagen melancólica que conmovió a locales y visitantes.

No obstante, los protocolos de seguridad se activaron inmediatamente, y todos los pasajeros fueron evacuados sin riesgo.

Este lamentable incidente marcó el fin de una era para uno de los símbolos turísticos más reconocidos del puerto. El Ayuntamiento de Alvarado, Veracruz, de donde era originaria la embarcación, expresó su profunda tristeza, recordándola como una obra maestra construida con el talento y el corazón de manos alvaradeñas. En Vallarta, el alcalde de la ciudad, se sumó al pesar que generó en la comunidad la pérdida de nuestro galeón.

El Anclaje de la Leyenda en la Bahía de Banderas

Antes de su último viaje, la Marigalante se había consolidado como un símbolo vivo de identidad, historia y orgullo para Puerto Vallarta. Por más de treinta años, su majestuosa presencia engalanó las aguas de la bahía.

La embarcación, que era una réplica de la carabela Santa María de Cristóbal Colón, no era solo una escenografía para turistas, sino un museo flotante y una fortaleza de maderas tropicales. Hoy en día, era un motor vital para el turismo en la región, ofrecía una experiencia que va más allá del paseo en barco y que atrae a miles de familias anualmente.

Irónicamente, la Marigalante fue un navío construido para resistir los océanos más desafiantes. Su resistencia era legendaria, basada en su construcción robusta, con sus 700 toneladas de peso, y el uso de treinta clases de maderas tropicales, como Guayacán, Caoba y Cedro.

El Trotamundos Embajador de la Paz

Antes de establecerse como ícono turístico, la Marigalante fue un embajador de la cultura y la paz, recorriendo los mares del mundo en misiones de conmemoración histórica.

Su bitácora de viaje es impresionante: acumuló 52,000 millas marinas (más de 96 mil kilómetros), una distancia suficiente para darle más de dos vueltas y un tercio a la circunferencia del planeta Tierra.

Entre sus viajes más destacados se encuentran:

  • 1. Homenaje a los 500 años del descubrimiento de América: En 1992, navegó a España para conmemorar el V Centenario del Descubrimiento de América. En este viaje, cruzó el Atlántico en una de las temporadas más difíciles.
  • 2. El Saldo de la Deuda: En un acto de reivindicación histórica, la Marigalante saldó la deuda que Cristóbal Colón nunca pagó a Rodrigo de Triana —el marinero que realmente avistó tierra—. En la Catedral de Sevilla, se entregó un arcón con diez mil maravedíes en monedas de diferentes denominaciones.
  • 3. Rutas Comerciales: Realizó la Ruta de la Nao desde Acapulco hasta Japón, conmemorando cien años de relaciones comerciales, y surcó la Ruta del Cacao hasta Ecuador.

El galeón visitó un total de 87 puertos e islas, llevando un estandarte blanco como símbolo universal de paz.

La construcción y el Zarpe del Sueño

La construcción del barco fue una tarea monumental que tomó siete años, de 1980 a 1987. El proyecto fue concebido por la asociación civil “Mar, Hombre y Paz”, liderada por Vital Alsar, Enrique Yolí y Mark Módena.

Ellos concibieron la idea tras largos periodos de convivencia con el mar en viajes transoceánicos, dándose cuenta de la frágil armonía universal de la que el hombre se ha apartado.

El proyecto se estableció como una cruzada marítima por la paz, buscando difundir, especialmente entre los niños, el reencuentro de valores olvidados como el valor de ser idealista y el respeto por el planeta Tierra.

La tarea de construir esta réplica del navío del siglo XV, la Santa María (originalmente la Marigalante de Juan de la Cosa), se enfrentó a enormes dificultades. El reto era construirlo sin referencias históricas precisas ni planos.

El maestro Don Óscar Camarero, alvaradeño y heredero del arte de la carpintería de ribera, se enamoró de la idea y comenzó los trabajos en Alvarado, Veracruz. Primero se construyó la quilla y luego las cuadernas. A poco de comenzar, los trabajos se suspendieron por cinco largos años (de 1982 a 1987), manteniendo la estructura y las maderas a la intemperie.

Cuando se retomó la construcción en 1986/1987, el corazón de los carpinteros alvaradeños se volcó en apoyo incondicional. Los tripulantes pasaron su primera prueba de fuego al sumarse a los obreros. Finalmente, se colocó el mascarón de proa, y la Marigalante tocó el agua por vez primera.

El barco, con tres mástiles que sostendrían once velas, zarpó desde Alvarado, Veracruz, el 28 de noviembre de 1987. Miles de almas vibraron al ver este pequeño barco de madera que salía “auténticamente del mundo de los sueños” para tornarse una realidad.

Un Legado que Navega: El Mensaje de la Continuidad

Aunque la Marigalante descanse hoy en las aguas que siempre fueron su hogar, donde seguirá viva en la memoria y el corazón de todos los que la vieron navegar, su espíritu idealista, forjado en la búsqueda de la paz y el reencuentro de valores, no se extingue.

Los vallartenses saben que su recuerdo y ejemplo permanecerán siempre en el corazón de los patasaladas.

De cara al futuro, la empresa propietaria ha anunciado con esperanza y gratitud que en un lapso de dos a tres meses, la hermana de la Marigalante arribará a las aguas de la bahía. De esta manera, el legado de historia, emoción y orgullo vallartense, continuará.

La historia de la Marigalante es un testimonio de que, cuando verdaderamente los hombres se lo proponen, es posible hacer realidad los sueños.

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Hugo Lynn