Madres desempleadas fabrican cubrebocas y se autoemplean

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En un grupo de vecinos de la colonia Emiliano Zapata, del Centro de Puerto Vallarta, surgió un benéfico proyecto. Erick Fierro propuso crear una pequeña fábrica de cubrebocas.

Muy útiles en esta contingencia sanitaria, para autoempleo de madres que se quedaron sin trabajo y así puedan hacerse de recursos económicos para el sustento de su familia.

Rápido permeó, hubo quienes donaron y prestaron máquinas de coser, otros llevaron telas especiales. El mismo Erick ofreció su casa, en la calle Venustiano Carranza, y en un día aprendió el oficio y hasta a elaborar los patrones para los tapabocas. 

LA NECESIDAD, MADRE DE LA CREATIVIDAD

Erick recordó que la idea surgió de la necesidad, se dio cuenta en la comunidad muchas personas, perdieron su trabajo, siendo más preocupante los casos de madres solteras, o con dependientes de adultos mayores.

Ante la falta de ingresos, se le ocurrió podría enseñarlos a elaborar cubrebocas y venderlos para generar ingresos.

Optimista subrayó todo está listo, e invitó a las personas con necesidad a sumarse, contactarlo para ponerse a trabajar.

100 PEDIDOS EN EL PRIMER DIA

A través de su teléfono 3221105889, redes sociales y con el apoyo de comerciantes del mismo barrio los comercializan, en 50 pesos cada uno, dinero que va íntegro a las señoras.

Los cubrebocas son de buena calidad, con doble forro y tela, incluso tienen variedad de estampados. Erick los reparte en la zona romántica

Emocionado informó, que el primer día tuvieron más de 100 pedidos, lo que consideró un buen principio. Agradeció el apoyo de toda la comunidad. 

EL TESTIMONIO DE UNA BENEFICIADA

Griselda Araceli Martínez Dávalos, se dedicaba a bienes raíces, pero a raíz de la epidemia se quedó sin trabajo, fue la primera en acudir y en solo un día aprendió a usar las máquinas.

Le pareció excelente la idea, porque es madre soltera y es una oportunidad de llevar ingresos a su hogar, así no falte el alimento a sus hijos. 

Compartió, paga renta, servicios, además de la comida, por lo que es muy útil el apoyo que les pueda dar la comunidad, con esta fuente de empleo y compra de mascarillas.

Autor

  • Miguel González Guerra

    Orgulloso de ser pata salada, nací en la calle Púlpito a una cuadra de la playa Los Muertos y siempre he vivido en Puerto Vallarta. Egresado del Conalep, diplomado de Periodismo en la UNAM, cursé talleres de comunicación en el periódico El Financiero y la Escuela de Periodismo Carlos Septién García. Desde los 14 años trabajé en la rotativa y formato del diario Nuevo Día, en marzo de 1988 publiqué mi primera columna en Vallarta Opina, inicié con las fuentes de sociales y cultura. Laboré en otros dos diarios de la región y una estación de radio. Desde 1991 formé parte de las filas de Tribuna de la Bahía, en diferentes etapas, cubriendo información general, sobre todo las colonias populares, ejidos, delegaciones, iglesias, escuelas y gobierno. Me gusta pintar, leer, el cine, pasear por la naturaleza y pueblear alrededor.

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