Madres buscadoras decoran árboles navideños en Valle de Banderas con los rostros de personas desaparecidas

Fotos: Lena García
Mientras la mayoría de las familias se preparan para celebrar Nochebuena y Navidad, en la plaza pública de la cabecera municipal de Valle de Banderas se alza un contraste imposible de ignorar: árboles navideños cubiertos no de luces ni regalos, sino de rostros ausentes. Son imágenes de hombres y mujeres desaparecidos, colocadas por colectivos de madres buscadoras, quienes han nombrado esta intervención “El Árbol de la Esperanza”.
Alrededor de 100 esferas con fotografías cuelgan ya de los árboles de la plaza. En ellas aparecen jóvenes, adultos y personas de la tercera edad, convertidos simbólicamente en una decoración que rompe con el espíritu festivo, pero que mantiene viva la esperanza de volver a encontrarlos. Los colectivos informaron que se prevé colocar al menos 50 imágenes más, las cuales permanecerán de manera indefinida en el espacio público.

Esta acción representa apenas una fracción del drama que vive Bahía de Banderas, municipio que, de acuerdo con los propios colectivos, acumula más de dos décadas de desapariciones y una cifra que ya rebasa las mil personas no localizadas, sin que hasta ahora se conozca su paradero.

Han sido las madres buscadoras quienes, desde hace años, han visibilizado esta crisis humanitaria, emprendiendo búsquedas ininterrumpidas no solo en Bahía de Banderas, sino también en Puerto Vallarta, Compostela y Tepic, muchas veces sin respaldo institucional y con recursos propios.

Aunque diciembre debería ser sinónimo de reencuentros, mesas llenas y hogares en calma, ellas reconocen que la paz dejó de habitar sus casas hace tiempo. Hoy, entre luces navideñas y villancicos, viven la temporada con incertidumbre, ausencia y una sola petición: saber dónde están sus hijos y familiares.





