Los iguales seguirán siendo siempre iguales
PARA EL FIN
El exdirector de PEMEX fue denunciado en el sexenio anterior.
Como era de esperarse, huyó de la justicia mexicana y se refugió en otro país.
El 12 de febrero de 2020, ya en este sexenio, lo detuvieron en España.
El 17 de julio de ese mismo año, lo trajeron a México, para enjuiciarlo aquí.
Nos dijeron por todos los medios y en todos los rincones, que él era el ícono, el prototipo, el vivo ejemplo del mal mayor de México: la corrupción.
Nos aseguraron que el proceso iba a ser un ejemplo mundial.
Sin embargo, desde que llegó a nuestro país, nunca ha pisado la cárcel.
El sábado 9 de octubre de 2021, hace unos días, reapareció, tan campante, en un lujoso restaurante.
Se le vio contento, confiado y seguro. Poderoso. Con todos los privilegios. Casi como un ídolo. Como si fuera el santo de los acusados confesos.
Una imagen dice más que mil palabras.
Las palabras conquistan temporalmente; pero los hechos nos pueden perder para siempre.
Construir confianza lleva muchos años; destruirla, se hace en un instante.
Los iguales seguirán siendo siempre iguales.
¿No cree usted?
Lo dejamos para el fin.