Le duele impunidad en Jalisco
Agencia Reforma
Guadalajara, Jal.- No hay motivos para reír este fin de año para el payasito “Homerín Pau Pau”.
Su hija fue asesinada en octubre. A dos meses no hay justicia para Atzhiri Paulina Sánchez Sánchez.
Con su sombrero negro y la cara pintada, “Homerín Pau Pau” es un payaso que, desde hace 13 años, se encarga de llevar risas a su público, en especial a los niños.
Sin embargo, durante el desfile del Día del Payaso, portó una manta con la fotografía de su hija.
El 18 octubre, el cuerpo de Paulina fue encontrado sin vida dentro del estacionamiento del edificio Mulbar, ubicado en la Calle Francisco I. Madero en el Centro de Guadalajara, luego de haber sido reportada como desaparecida por sus familiares la noche anterior.
De acuerdo con fuentes forenses, la causa de muerte fue asfixia por estrangulación.
“Pau” como la llamaban sus conocidos, tenía 21 años, y cursaba el tercer semestre de la licenciatura en Derecho semiescolarizado en la Universidad de Guadalajara.
“Homerín” cuenta que era una buena alumna, con un promedio de 9.8 y un montón de sueños por delante.
A la par, trabajaba en una tienda departamental para solventar algunos de sus gastos y durante sus tiempos libres, acompañaba a su papá a las presentaciones, o cuando tocaba subir a los camiones a cantar, vestida de payaso, a cambio de unas cuantas monedas.
“Un tiempo estuve en Estados Unidos para trabajar allá, pero ella quería convivir conmigo. Los últimos tres meses de su vida, trabajamos muchas veces en los camiones y me duele mucho su muerte”, expresa Homerín.
A partir de ese día, “Homerín” agregó el nombre de su fallecida hija al seudónimo que utiliza como payaso.
Ha tenido que aprender a vivir sin su presencia, mientras pide a la Fiscalía General del Estado justicia por el asesinato de su niña.
“Pónganse a trabajar, no sean hue…”, reclama “Homerín” a las autoridades y asegura que la dependencia cuenta con pruebas suficientes para esclarecer el caso.
El caso de Paulina se volvió mediático, debido a que se convirtió en la víctima número 227 de mujeres asesinadas hasta ese momento en el estado, durante el 2019, y la tercera de esa misma licenciatura dentro de la UdeG.
A pesar de ello, ni las manifestaciones en ese entonces, organizadas por la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) ni la exigencia de la sociedad tapatía a las autoridades lograron un cambio, y la investigación sigue sin avances.
“Queremos justicia, te amo hija”, concluye el padre de Paulina, mientras sigue su camino por el desfile, porque a pesar de todo, el show debe continuar.