La Virgen de Nuestra Señora del Rosario de Talpa, devoción de un pueblo
La Virgen de Nuestra Señora del Rosario de Talpa fue llevada a Talpa en 1585 por los indios tarascos de Michoacán, quienes la habían modelado con pasta de caña. Sin embargo, esta imagen cayó en el olvido y permaneció almacenada durante años. El 19 de septiembre de 1644, el sacerdote Pedro Rubio Félix ordenó que la imagen fuera envuelta y sepultada en la sacristía del templo.
En ese momento, el santuario se llenó de nubes y ángeles, y la Virgen de Talpa sufrió una asombrosa transformación, convirtiéndose en una radiante e imponente imagen celestial que ahora mueve a miles de fieles.
En 1742, el presbítero Juan Bautista Farías dedicó cerca de 20 años a investigar los milagros obrados por la Virgen de Talpa, con motivo del primer centenario de la “Milagrosa Renovación”. La noticia del “Milagro de la Renovación” rápidamente se propagó por la región, iniciando una ferviente devoción por la imagen.
Peregrinaciones de fieles de comunidades cercanas comenzaron, quienes se habían enterado del milagro e invocaban el auxilio de la Virgen ante sus necesidades.
La Basílica de la Virgen de Nuestra Señora de Talpa
La Basílica de la Virgen de Nuestra Señora del Rosario de Talpa, ubicada frente a la plaza principal, es un templo católico realizado bajo el estilo románico y neoclásico. Fue ordenado construir por el presbítero Ramón de Herrera y Cordero en 1755.
Diferentes arreglos y modificaciones se realizaron al templo, cuyo interior alberga notables vitrales, pinturas y un retablo principal de ciprés que aloja la escultura de la Virgen de Talpa. Juan Antonio Montenegro, el primer capellán propio de Talpa, contribuyó significativamente a su construcción entre 1802 y 1810.
A unos pasos de la basílica se encuentra el Museo Nuestra Señora del Rosario de Talpa, que exhibe diversos objetos religiosos y una colección de vestidos de la Virgen, algunos bordados con hilos de oro de hasta 24 quilates. Las leyendas que rodean a la santa patrona son parte esencial de la experiencia para los visitantes.
La devoción a la Virgen de Talpa y las tradiciones religiosas en Talpa de Allende continúan siendo un pilar de la identidad y cultura local, atrayendo a miles de peregrinos y turistas cada año.
