La maxiletras de Vallarta “sin valor escultórico”: Sanmiguel

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El reconocido pintor y escultor Francisco Sanmiguel, descalificó la convocatoria y elección de las maxiletras “efecto espejo” de bienvenida a Puerto Vallarta, señaló no tienen valor escultórico, ni artístico y cromarlas como automóvil tampoco, consideró son un artificio, que es una técnica ingeniosa para encubrir o simular algo.

Y es que el dictamen de los jurados señala que son esculturas interactivas, dando como ganador a Pipo Brockmann, por su proyecto de cromar las enormes letras con efecto reflejante, que se instalarán en el crucero de Las Juntas.

NO ES VÁLIDO PREMIAR UN BOCETO DIFERENTE AL PROYECTO REAL

Sanmiguel puntualizó que las esculturas tienen un sentido estético, técnica y acción creativa, lo que no tiene la obra ganadora. También dijo que es ilegal se haya dado el premio a un boceto que no corresponderá a la realidad, pues calificaron un proyecto que no es.

“En cuanto a lo que es un espejo, parece hay una incongruencia, entre lo que se refleja y no…según escuche una entrevista que se le hizo a Marina De Los Santos, justifica un poco que el proyecto presentado no era realmente así, eso no puede ser válido, si se apega estrictamente a una convocatoria creo calificaron mal los jurados”.

San Miguel con más de 30 años radicando en Puerto Vallarta, advirtió sobre el dictamen: “Además es un desplegado de floriloquios, que no tienen nada que ver con la realidad. Creo que toda esta telenovela de las letras es una disfunción cognoscitiva muy grande, no hay entendimiento de nada…la convocatoria no se hizo correctamente, no se menciona que se debe trabajar en las letras”.

¿ESTABAN TAN MALOS LOS OTROS CONCURSANTES?

Entre las fallas de la convocatoria, destacó que nunca aclararon si solo el frente se iba a trabajar o también los ángulos. El artista plástico San Miguel cuestionó a los organizadores y jurados:

“Lamento mucho que Fernando Baños, como vallartense, como yo de esos que llegamos a Vallarta, avalara eso, porque no es escultura, y no se que hubo como proyectos, pero ¿estaban tan malos?”.

Todavía fue más allá en su inconformidad por el resultado: “Las ocurrencias están muy bien, pero no inviten a los artistas plásticos a presentar algo, solamente que estuvieran verdaderamente fatales, y que ese espectro estuviera muy original, pero yo no lo siento así, ya se ha hecho”.

Reitero que la creación y arte tienen que tener un oficio y técnica, lo cual no se le puede dar a una compresora y la aplicación de una sustancia plana, a lo que llaman cromado. Recordó que no es nada original en Vallarta, pues ya antes en la discoteca Christine se habían decorado sus letras con espejos.

 

Autor

  • Miguel González Guerra

    Orgulloso de ser pata salada, nací en la calle Púlpito a una cuadra de la playa Los Muertos y siempre he vivido en Puerto Vallarta. Egresado del Conalep, diplomado de Periodismo en la UNAM, cursé talleres de comunicación en el periódico El Financiero y la Escuela de Periodismo Carlos Septién García. Desde los 14 años trabajé en la rotativa y formato del diario Nuevo Día, en marzo de 1988 publiqué mi primera columna en Vallarta Opina, inicié con las fuentes de sociales y cultura. Laboré en otros dos diarios de la región y una estación de radio. Desde 1991 formé parte de las filas de Tribuna de la Bahía, en diferentes etapas, cubriendo información general, sobre todo las colonias populares, ejidos, delegaciones, iglesias, escuelas y gobierno. Me gusta pintar, leer, el cine, pasear por la naturaleza y pueblear alrededor.

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