Buscan condena para mujer que provocó carambola en Francia

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Este jueves la fiscalía francesa pidió cuatro meses de prisión, con suspensión de pena para una mujer que provocó la caída de múltiples ciclistas el pasado 26 de junio, durante el Tour de Francia, cuando mandaba un mensaje para sus abuelos.

La mujer vestida con un chubasquero amarillo sostenía una pancarta que contenía el mensaje “Allez opi-omi!” (¡Vamos abuelito-abuelita!) frente a las cámaras, dándole la espalda a los ciclistas, provocando que no pudieran esquivarla y posteriormente cayeran. Esto sucedió a 45 kilómetros de la meta de la primera etapa, en la localidad de Sizun.

Si bien su mensaje dio la vuelta al mundo, las consecuencias fueron graves, pues muchos ciclistas tuvieron que abandonar la carrera, e incluso algunos presentaron heridas y fracturas.

El primero en caer fue el alemán, Toni Martin, seguido de otros más. En tanto a los que tuvieron que abandonar la carrera se encuentra el alemán Jasha Sütterlin y español Marc Soler, este último presentó tres fracturas en el brazo izquierdo.

Por otra parte la organización de ciclistas CPA condenó los actos de la mujer, “al provocar daño físico, moral y económico” a los atletas que durante meses se prepararon, para que sus esfuerzos fueran en vano y desaparecieran “por las actitudes de una mujer que solo buscaba popularidad”.

La CPA pidió como acto simbólico un euro a la mujer para concientizar sobre la adopción de actitudes “responsables y respetuosas con los corredores”.

Es un acto irresponsable, más no terrorismo

Por su parte el Tour de Francia en un principio tenía la intención de denunciarla, sin embargo se retractaron para apaciguar la situación ante la presión mediática que sufría la mujer.  

El director de la CPA, Christian Prudhomme, dijo este jueves durante la presentación de las etapas de 2022, que si bien los graves actos de la mujer pudieron haber tenido consecuencias devastadoras, “no es una terrorista”.

Algunos medios dieron una dura crítica tras su llegada al tribunal este jueves, llamándola una ”joven desempleada” que fue juzgada por “poner en peligro a otras personas” y por “lesiones involuntarias” que provocan una “incapacidad laboral no superior a los 3 meses”.

Arrepentimiento 

El abogado de la mujer, Julian Bradmetz, que pidió que la celebración del juicio fuera a puerta cerrada y no le fue concedido, la describió como una mujer frágil desde hace años, y que esa fragilidad ha incrementado hasta el punto que actualmente vive un infierno.

Por otra parte el fiscal de Brest, Camille Mansoni en una rueda de prensa defendió a la mujer diciendo que las acusaciones le provocaron vergüenza y miedo a las consecuencias de su acciones, además de que dice estar angustiada por la repercusión mediática de lo que llama su “estupidez”.

La mujer acudió a la comisaría encargada de la investigación de Landerneau, donde fue detenida, cuatro días después de los hechos, al no soportar la presión mediática.

El veredicto se dará a conocer el 9 de diciembre.