Intervención de Académicos por la UV ante la RedUV por la Legalidad

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Claudia elisa Gidi

Compañeras y compañeros:

Académicas y académicos en activo de la Universidad Veracruzana, preocupados y agraviados por la ilegalidad en que incurrió la Junta de Gobierno al otorgar sin facultades una prórroga al ciudadano Martín Aguilar, decidimos conformar un colectivo independiente: Académicos por la UV.

Somos un grupo plural, integrado por profesores e investigadores, mujeres y hombres de distintas disciplinas y de los cinco campus de la UV. Nuestra fuerza proviene del trabajo cotidiano en las aulas, talleres, laboratorios y actividades de campo, de vinculación y difusión de los saberes que generamos.

Como comunidad académica, estamos preocupados por hacer oír nuestra voz, una voz que se encuentra con otros esfuerzos por denunciar la ilegalidad, pero nos importa mucho sostener nuestra independencia y autonomía porque es a partir de la labor universitaria de crítica y de construcción de saberes, como podemos proponerle a la sociedad veracruzana una Universidad abierta, plural, con un hondo compromiso social. Por esta razón, hemos acordado deslindarnos tajantemente de partidos políticos, de intereses económicos y de cualquier intento de aprovechar la causa universitaria para beneficios personales. Nuestra agenda es, y seguirá siendo, estrictamente académica y universitaria.

La RedUV es un espacio amplio y multisectorial. Académicos por la UV es un colectivo específico del sector académico. Algunos han querido ver en ello división; nosotros vemos articulación. En un sistema de lucha, cada sector cumple una función distinta, pero todas convergen en un mismo objetivo, en nuestro caso: revocar la prórroga ilegal y restaurar la gobernanza legítima de nuestra Universidad.

Nos posicionamos desde la ética y desde la responsabilidad con nuestra comunidad, sobre todo con nuestros estudiantes. Porque nadie que rompe el principio ético de respetar las reglas que nos hemos dado, nadie que falta al respeto a su comunidad, nadie que actúa con autoritarismo frente a estudiantes y académicos, puede pretender conducir esta institución hacia el cumplimiento cabal de su compromiso.

Sabemos, además, que durante la primera administración de Martín Aguilar no hubo consolidación académica, sino promesas incumplidas y retrocesos. Lo que hoy enfrentamos es rezago disfrazado de continuidad y una desgobernanza universitaria evidente. Y quienes cargan con ese costo no son los funcionarios: son las y los estudiantes, las y los académicos.

Por eso afirmamos que nuestra lucha por reinstaurar la ética, la legitimidad y la legalidad es, en el fondo, una lucha en favor de las funciones sustantivas de la Universidad y de su encargo social. Nuestra lucha está en el marco de la transparencia, la equidad, la inclusión y la no violencia. Nuestra forma de oposición es racional y pacífica, pero también firme y movilizada. Resistimos con argumentos, con foros, con pronunciamientos, con amparos, con presencia pública y con la fuerza de la comunidad.

Denunciamos que la prórroga exhibe una gobernanza autoritaria, que vulnera la ley, erosiona la ética y compromete la vida universitaria.

 

 

La conclusión es clara:

La prórroga no es continuidad, es simulacro.

No es democracia, es imposición.

No es autonomía, es autoritarismo.

 

Y frente a ello, lo decimos con fuerza:

La ética no se negocia.

La transparencia no se manipula.

La legalidad no se impone por decreto.

 

Nuestra fuerza está en la voz libre y crítica de la comunidad universitaria que se niega a callar, que hace suya esta batalla desde el seno de su quehacer cotidiano. Por ello invitamos a todas y a todos los académicos en activo a reforzar nuestra lucha y a unirse al grupo Académicos por la Universidad.

Muchas gracias.

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EtiquetasOpinión