Inglaterra prohibirá el matrimonio de menores

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“¡Ya era hora!”, se exclama Payzee Mahmod que a los 16 años fue obligada a casarse con un hombre mucho mayor. Casi dos décadas después, celebra la iniciativa de prohibir el matrimonio de menores en Inglaterra, contra el que tanto luchó.

A principios de la década de 2000, fue obligada por su familia londinense, de origen kurdo iraquí, a casarse con un hombre dos veces mayor que él. También lo fue su hermana Banaz, que entonces tenía 17 años. 

En 2006, Banaz, que había abandonado a su marido, fue asesinada por su padre, tío y otro hombre en un denominado “crimen de honor”, por el que fueron condenados a hasta 23 años de prisión. 

Payzee, ahora de 34 años, tuvo más suerte y logró iniciar una campaña para cambiar la ley, que actualmente permite el matrimonio en Inglaterra y Gales a partir de los 16 años si existe el consentimiento de los padres.  

“El matrimonio infantil conlleva mucha maldad”, dice a la AFP a la sombra del Parlamento de Westminster, donde en las próximas semanas podría aprobarse un proyecto de ley que eleva la edad mínima legal para contraer matrimonio de 16 a 18 años.  

Ella misma sigue luchando con las consecuencias de su unión forzada, que duró menos de dos años hasta que solicitó el divorcio al cumplir los 18 años.  

“Todavía me estoy recuperando”, asegura. “Sufrí abuso financiero, violencia mental y física, y esa es la realidad del matrimonio infantil”, denuncia.  

La nueva legislación también facilitará la persecución de los padres o familiares, que a menudo son cómplices de la organización de matrimonios concertados, enviando a sus hijos al extranjero para casarlos.  

Tras ser aprobado por los diputados a finales de febrero, se espera que el proyecto de ley reciba el visto bueno de los Lores en la cámara alta del Parlamento británico, posiblemente antes de que finalice la sesión parlamentaria a finales de abril.  

“Estoy encantada de que esto ocurra, ya era hora”, dice Mahmod. “Esto podría habernos protegido realmente a mí y a mi hermana y a todos los niños que han sufrido esta práctica perjudicial”. 

Efecto dominó

Los activistas esperan que el ejemplo inglés impulse el cambio también en Escocia e Irlanda del Norte, otras dos naciones constituyentes del Reino Unido con sus propios parlamentos, así como en países que todavía permiten el matrimonio de menores, como Estados Unidos.  

“Espero que esto tenga un efecto dominó”, afirma la diputada conservadora Pauline Latham, que presentó el proyecto de ley, ya que los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU pretenden acabar con el matrimonio infantil para 2030.  

Inició el proceso legislativo tras enterarse de que el Reino Unido pedía a los países receptores de ayuda que prohibieran el matrimonio infantil, sin aplicarse el mismo precepto. 

“Nunca se me había ocurrido que tuviéramos matrimonio infantil”, afirma.  

El Reino Unido ya prohibió el matrimonio forzado en 2014, pero se considera insuficiente para proteger a los adolescentes, especialmente a las chicas, porque requiere el testimonio de las víctimas contra los responsables que muy a menudo son sus padres.

El número de jóvenes de 16 y 17 años obligados a casarse es difícil de evaluar, en parte porque no todas las uniones están registradas legalmente.  

En 2017 –última estadística disponible– se registraron 183 matrimonios de menores de 18 años, de los cuales 140 eran niñas y 43 niños.  

Para Latham, esta ley “transformará las oportunidades de vida de muchos jóvenes, porque podrán terminar su educación”.  

Sara Browne, de la organización de defensa de los derechos de la mujer IKWRO, que hace campaña sobre este tema, subraya también la importancia de concienciar a profesionales como profesores, cuidadores y policías, porque “los preparativos para un matrimonio infantil pueden empezar desde el nacimiento”. 

Mahmod está de acuerdo. “No solo me defraudó la gente que me rodeaba, sino también todos los profesionales con los que entré en contacto”, especialmente en la escuela. “Nadie me dio nunca apoyo, ni vio que estaba mal y que era una niña que debía ser protegida”. 

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