Huracanes, el mayor desafío en la gestión de desastres
De acuerdo con un estudio del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), la gestión reactiva ante los desastres naturales es un reto que los gobiernos deben estudiar con el objetivo de minimizar el impacto sobre la vida de las personas, el capital físico y la infraestructura de zonas urbanas.
Dicho estudio analizó las amenazas que enfrenta México, el cual determinó que, de los cinco tipos de fenómenos meteorológicos que podemos encontrar en el país: sismos, erupciones volcánicas, sequías, lluvias y huracanes, estos últimos representan el mayor número de víctimas y comunidades destrozadas y pérdidas materiales.
Lo anterior lo avala el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), que señala que entre el 2000 y 2018 el costo de los fenómenos que afectaron al país ascendió a más de 740 mil millones de pesos, de los cuales, el 55% correspondió a huracanes. En Baja California Sur, durante ese periodo, los huracanes que más daño originaron a la región fueron “Juliette” en 2001, “John” en 2006, “Odile” en 2014 y “Hillary” en este año.
El organismo de competitividad señala que, por muchos años, México se ha caracterizado por atender las emergencias así, como una urgencia, y no como un suceso desafortunado que puede prevenirse o atenderse de forma más rápida y oportuna con mejor planeación. Esta manera, desde la política pública, de abordar los desastres, se focaliza en la atención a emergencias y muy poco en la reducción y administración de riesgos y amenazas.
Si bien es cierto que un huracán no se puede detener, el Instituto Mexicano para la Competitividad señala la necesidad de generar protocolos que guíen a las autoridades y la población hacia mejores prácticas de planeación, prevención, administración de riesgos y resiliencia.
Debido a que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) a través del Sistema Meteorológico Nacional (SMN) señaló que, a nivel nacional, Baja California Sur ocupa el primer lugar en el impacto de ciclones tropicales durante esta temporada, que se registra como un 30% más activa que el promedio histórico, la sociedad de la entidad espera se analicen mejores prácticas de emergencia ante estos fenómenos.
Con Información de Isabel Mercado
AT