Hugo Aguilar, indígena mixteco, presidirá la Suprema Corte
Foto: Archivo
El abogado Hugo Aguilar indígena mixteco fue elegido como presidente de la Suprema Corte de Justicia de México, según confirmó el conteo oficial de votos difundido este jueves. Su designación marca un cambio inédito en el país, tras una elección histórica en la que los jueces fueron seleccionados por voto popular.
De acuerdo con el Instituto Nacional Electoral (INE), Hugo Aguilar indígena mixteco obtuvo el 5.3% de los sufragios, posicionándose como el candidato más votado entre los aspirantes al máximo tribunal. Como dicta la ley, encabezará una Corte conformada por otros ocho ministros: tres hombres y cinco mujeres.
Este nombramiento ocurre luego de un proceso electoral sin precedentes en México, el primero en el mundo donde toda la integración del Poder Judicial fue sometida al voto ciudadano. La participación fue del 13% de los casi 100 millones de electores.
Aguilar, un defensor de los pueblos originarios
Nacido en 1973 en Oaxaca, Hugo Aguilar indígena mixteco ha centrado su carrera en la defensa de los derechos de los pueblos originarios. Aunque no tiene militancia partidista, se le considera cercano al gobierno encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum.
El nuevo presidente de la Corte también fue asesor de una antigua guerrilla zapatista, lo que suma un componente simbólico a su llegada a una de las instituciones clave del Estado mexicano, tradicionalmente ocupada por perfiles de élite jurídica.
La presidenta Sheinbaum celebró públicamente su designación. Durante su conferencia de prensa matutina, expresó su satisfacción por el resultado, señalando que se trata de un “muy buen abogado” y destacando su origen indígena como un avance significativo para el país.
La elección de los nueve ministros fue realizada por voto directo, pero con una lista de aspirantes definida por el Poder Ejecutivo y ratificada por el Congreso, ambos con mayoría oficialista.
- TAMBIEN TE PUEDE INTERESAR: Guanajuato rechaza la despenalización del aborto
Aunque algunos sectores han señalado el bajo porcentaje de participación, para otros se trata de un paso importante en la democratización del sistema judicial mexicano y el reconocimiento de las comunidades indígenas en espacios de poder institucional.
