Hiking a Stocking Lake en Ladysmith, Canadá
Esta vez les contaré mi experiencia personal.
Estoy en Ladysmith en la Isla de Vancouver, Canadá y detrás de la casa donde estoy viviendo hay un sendero hacia el Lago Stocking, en la cima de una pequeña montaña.
Sin nadie que me acompañara, decidí subir solo a pesar de no conocer el camino y, con todo lo que he sugerido llevar en la mochila, me aventuré sin gas para ahuyentar osos, aunque sí con una sirena de alarma estridente que me prestaron.
Primero caminé hacia atrás de las casas por una callecita, y seguí camino arriba donde equivoqué el camino por 5 o 10 minutos. Regresé sobre mis pasos sin haberme deshecho del temor a la fauna local.
Cuando encontré el verdadero sendero, dudé en continuar mientras escuchaba en mi cabeza una vocecita diciendo ‘no subas solo, no conoces el camino y hay osos’. Otra voz habló más fuerte diciendo ‘no es común el encuentro con osos, no habrá otra oportunidad’. Comencé a subir el sendero.
Casi todo es cuesta arriba desde Ladysmith por el trail de Stocking Lake. Pero es un camino muy bien señalado, como todos en la Columbia Británica. A veces bajo el sol y otras, bajo la sombra oscura de los pinos.
Las vistas hacia el mar son únicas e incluso encontré una banca de las que hay en los parques instalada sobre una roca mirando hacia el mar.
Nota: la primera rama que encontré con suficiente tamaño como para sentirme seguro, fue a dar inútilmente a mis manos.
El miedo siguió impulsándome hasta alcanzar el lago, no sin antes detenerme en seco al sentir el movimiento de algo detrás de unos bloques de cemento que cierran el camino a los vehículos. Era un hombre del servicio de agua de la ciudad. Me tomó una hora llegar a mi objetivo.
El lago es largo, aunque no muy grande, y la vista espectacular. Hay instalaciones del servicio de agua de la ciudad, pero esto no disminuye la belleza del lugar. Aunque el sendero sigue y hace un circuito hasta el Lago Heart que ya he visitado, regresé sobre mis pasos.
Al bajar, ya con mas confianza y habiendo ya conocido el camino, corrí siempre que me fue posible, ya que el objetivo inicial era correr el sendero. No dejé de aguzar el oído y de mirar a mis espaldas de vez en cuando.
Después de media hora de bajar y de un poco más de 6 kilómetros en total, regresé sano y salvo y sin el miedo inicial que se quedó atorado en algún lugar en mi regreso mientras corría.
No le digan a nadie que por un momento dudé en subir.