Guillermo del Toro revela que vivió un “asesinato fantasmal” mientras trabajaba en El Hobbit

Durante su visita al programa Jimmy Kimmel Live, el director mexicano Guillermo del Toro sorprendió al público al revelar que fue testigo de lo que describió como un “asesinato fantasmal” en un hotel de Nueva Zelanda.

El cineasta relató con detalle la inquietante experiencia que vivió mientras buscaba locaciones para la película El Hobbit, antes de abandonar el proyecto debido a los constantes retrasos en la producción.

“Estaba viendo The Wire en DVD, así que no era el ambiente adecuado. De repente escuché un asesinato entero en medio de la habitación; se escuchaban los gritos, las puñaladas, los llantos. En ese momento no había nadie en el hotel, ni siquiera el gerente”, relató Del Toro ante un sorprendido Kimmel.

La experiencia más aterradora de su vida

El director, conocido por su gusto por lo sobrenatural y lo gótico, explicó que el hecho ocurrió en el Hotel Waitomo, un edificio antiguo donde decidió hospedarse junto con parte del equipo de producción.

“En cada hotel al que voy, conozco la habitación encantada. Siempre pregunto: ‘¿Me pueden dar la habitación embrujada?’ Hasta entonces, nunca había pasado nada”, comentó entre risas nerviosas.

La noche del suceso, Del Toro se encontraba viendo un episodio de The Wire cuando, sin previo aviso, escuchó lo que parecía ser una escena de violencia real.

“Estaba viendo a Stringer Bell y, de repente, escucho todo un asesinato en mitad de la habitación. Los gritos, las puñaladas y el llanto”, narró.

Ante la confesión, Jimmy Kimmel intentó quitarle dramatismo al asunto al sugerir que el sonido provenía del propio programa.

“Eso era probablemente The Wire. Quiero decir, no es como si estuvieras viendo Abbott Elementary. ¡Hay cientos de asesinatos en The Wire!”, bromeó el conductor.

Sin embargo, Del Toro insistió en que los ruidos no provenían del televisor:

“No había nadie más en el hotel, ni siquiera el gerente. Nos dieron las llaves porque estábamos fuera de temporada. Estábamos en el ala este y el resto del mundo en la oeste”, explicó con seriedad.

El director confesó que la experiencia lo dejó paralizado de miedo. En lugar de huir, pasó toda la noche despierto frente a la computadora.

“Me puse los auriculares y me quedé mirando al ordenador toda la noche. No dormí nada. No quería darme la vuelta. Había un balcón y pensé: ‘¿Y si miro allí y hay algo?’”, recordó.

Pese a lo aterrador del momento, Del Toro reconoció que mantiene su fascinación por lo paranormal. De hecho, reveló que planea comprar una casa embrujada en Inglaterra.

“Mi instrucción fue: ‘Tiene que estar embrujada’. Tengo que poder pasar la noche y sentir que está embrujada o no la compraré”, aseguró.

El cineasta, que recientemente estrenó en Netflix su versión de Frankenstein, explicó que para él, lo sobrenatural forma parte de su vida y de su arte.

“Necesito ver, escuchar, sentir un fantasma”, dijo entre risas.

Durante la grabación de Frankenstein, también se alojó en otra habitación embrujada, esta vez en Aberdeen, Escocia.

“La habitación tiene algo más que ambiente. Hay algo de ira y territorialidad. Un atisbo de rabia”, detalló.

A lo largo de su carrera, Del Toro ha demostrado una profunda conexión con lo oscuro y lo fantástico, como lo reflejan cintas emblemáticas de su filmografía, entre ellas El espinazo del diablo, El laberinto del fauno y Crimson Peak.

Sin embargo, ni siquiera su experiencia con los monstruos del cine lo preparó para lo que escuchó aquella noche en el Hotel Waitomo, un episodio que aún lo persigue y que él mismo definió como “la experiencia más aterradora de su vida”.

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