El ministro finlandés, Petteri Orpo, anunció este martes en una rueda de prensa que a partir del jueves Finlandia cerrará completamente su frontera con Rusia para impedir la llegada de migrantes indocumentados.
El gobierno finlandés considera esta medida como necesaria debido al pronunciado aumento en el número de personas que cruzan la frontera desde Rusia, y se acusa a Moscú de llevar intencionalmente a los migrantes hacia la frontera.
Según las autoridades finlandesas, alrededor de 900 migrantes han cruzado la frontera este mes, pero Petteri Orpo afirma que Finlandia no aceptará ningún intento de socavar su seguridad nacional.
La clausura afectará el cruce de Raja-Jooseppi, ubicado en la región ártica; se trata del único puesto fronterizo que permanecía abierto, pero que partir de la medianoche del miércoles cerrará para el tráfico vehicular y solo se permitirá el acceso a través de los puertos y aeropuertos internacionales del país nórdico.
La ministra del Interior, Mari Rantanen, informó que el cruce ferroviario entre ambos países permanecerá abierto solo para carga. El cierre total de la frontera implica que no será posible solicitar asilo en la frontera terrestre con Rusia, que es la más larga de la Unión Europea con 1.340 kilómetros.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) recuerda que, aunque los gobiernos tienen derecho a controlar sus fronteras, deben garantizar los derechos de las personas que buscan protección internacional, permitiendo el acceso al territorio y a los procedimientos de asilo.
El gobierno finlandés sostiene que el incremento de refugiados en su frontera oriental es resultado de un “ataque híbrido” por parte de Moscú, destinado a desestabilizar el país tras su reciente ingreso a la OTAN y su apoyo a Ucrania en su conflicto con Rusia.
