Aumenta intensidad de los festejos en la jornada guadalupana
Aunque se cuidan las medidas sanitarias, por momentos es difícil controlar el flujo de personas que van en peregrinación, aunque los encargados del templo de nuestra señora de Guadalupe tienen controlado el flujo interno de peregrinos que entran por la entrada principal y salen por las puertas laterales.
Esta mañana para la misa de Alba, solo 23 personas ocupaban las sillas que se colocaron exprofeso para limitar el número de feligreses; con las bancas formaron un pasillo en el que se dirige a los peregrinos avanzar y permanecer apenas unos minutos en el interior del templo.
Los cambios causados por la pandemia han provocado que los feligreses acudan en menor numero para estar en las celebraciones eucarísticas pero las personas agrupadas en las peregrinaciones siguen siendo muchas, y por ello a pesar de las limitaciones, las personas no dejan de asistir a dar gracias.
En el caso de la venta fuera del templo, también está muy limitada y solo se encuentra el señor Aurelio Moran Fernández quien tiene más de veinte años trabajando como vendedor de dulces, una tradición familiar de cuarenta años.
Él nos platica que a pesar de ello, las ventas no han ido tan mal ya que no depende en total de los feligreses pues sus clientes principales son los cruceristas y turistas que hacen que el día rinda, ya que solo permanece en el lugar hasta el mediodía.
La jornada de los festejos inicia después de las 16 horas cuando llegan las primeras peregrinaciones y cobra vida esa parte del centro de la ciudad a pesar de la falta de los danzantes, los grupos musicales y las bandas de guerra que elevaban el ambiente a su máxima expresión.