Fe inquebrantable
Sobre todas las cosas, en todos los rincones de México se demuestra la fe que tiene el pueblo por la Virgen de Guadalupe, solamente unos cuantos niegan la veracidad en la aparición que ocurrió, según la historia, hace casi 500 años. Los incrédulos afirman que todo fue una historia creada por la iglesia de 1531.
Verdad o mentira la historia es muy bonita. El indio Juan Diego que vivía cerca del cerro del Tepeyac se encontró de pronto con la aparición que le llamó por su nombre y se identificó, le pidió ir a la ciudad a decir “que me has visto”. Juan Diego le pidió una prueba.
Aquella aparición le pidió que cortara flores que de pronto vio Juan Diego en el camino guardandolas en el ayate que vestía, emocionado por el encuentro con aquella esplendorosa aparición se entrevistó con el obispo fray Juan de Zumárraga, le contó la historia. Cuando le pidió una prueba, Juan Diego dejó caer el ayate con las flores y ahí estaba la imagen de Santa María de Guadalupe.
Zumárraga y todos los miembros de la iglesia fueron hasta el Tepeyac y construyeron una pequeñísima iglesia que fue decorada con la imagen impresa en el ayate, allí se inició la fe del indio Juan Diego y de todos los habitantes de lo que hoy es la capital azteca.
La fe creció, creció y creció en forma tal que hoy a casi 500 años de distancia se demuestra inquebrantable, no solamente en la hoy espléndida Basílica y en toda la república mexicana.
Aquí en Puerto Vallarta cada diciembre miles de feligreses de toda la región acuden en peregrinaciones que culminan el doce de diciembre a los pies de la imagen que luce la parroquia de nuestra ciudad.
Así como les cuento aquí, la historia me fue contada por mi abuelita Edwiges y creo que muchos de ustedes deben haberla escuchado.
Otras demostraciones
La fe se repite en todos los rincones de México.
Hace tiempo en la ciudad de Monterrey, Nuevo León se construyó una imagen que fue colocada a un costado del río de San Catarina. En una temporada de lluvia, el río creció y derrumbó la imagen que se hundió en el fondo del río.
Por 31 años la imagen fue sepultada y casi olvidada hasta que hace unos meses fue descubierta. El gobierno de Nuevo León ordenó la restauración, la cual fue instalada de nuevo en una base de concreto con equipo especial, entre otras cosas, una poderosa grúa la levantó instalándose nuevamente junto al río, donde hoy luce tan espléndida como la han restaurado.
Esta imagen distingue al municipio de Santa Catarina manifestándose esa fe inquebrantable que se demuestra por la virgen morena.
Verdad o mentira de la historia que aquí les cuento, todo queda de lado para manifestar la fe del pueblo de México por la Virgen de Guadalupe.
Otras historias se han contado de lo que se descubre cerca de la pequeña iglesia en el cerro del Tepeyac. Entre estas, una imagen que se ve en una piedra que los indígenas del Tepeyac le pusieron Tonantzin, la imagen es parecida a la que ahora se ve en la majestuosa Basílica que cada año es visitada por millones de feligreses de todos los sitios de México que acuden en estas fechas.
El año pasado, se dice que, fueron diez millones 200 mil personas las que visitaron este lugar.
Este año según el registro oficial, solamente pudieron visitar la basílica un poco más de 200 mil personas.
Entre los detalles grandes del pueblo mexicano se cuenta que familias que viven cerca de la basílica ofrecen alimento a los peregrinos, la basílica fue cerrada desde ayer día diez y volverán a abrirla el próximo domingo trece.
Foto: Archivo