El FBI allana la casa del exasesor de Trump John Bolton, hoy opositor

Trump dijo que no era "un fanático" de su exasesor, pero aseguró que no sabía nada del allanamiento de antemano
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La policía federal de Estados Unidos (FBI) allanó el viernes la casa de John Bolton, exasesor de seguridad nacional durante el primer mandato de presidente Donald Trump y convertido luego en un ferviente crítico del mandatario republicano.

Interrogado sobre el registro de la casa de Bolton en la madrugada, Trump dijo que no era “un fanático” de su exasesor, pero aseguró que no sabía nada del allanamiento de antemano.

“Lo vi en televisión esta mañana”, declaró el presidente a periodistas durante una visita al Centro Kennedy en Washington.

“Es un canalla”, afirmó luego refiriéndose a Bolton. “Es una persona muy reservada, salvo en televisión si puede decir algo malo de Trump”.

Un periodista de la AFP observó en la madrugada de este viernes cómo agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI) entraban y salían de la casa de este exalto funcionario de la Casa Blanca, ubicada en Bethesda, en las afueras de Washington.

“NADIE está por encima de la ley… Los agentes del FBI están en una misión”, escribió en X el director del FBI, Kash Patel, un estrecho aliado de Trump, sin especificar a qué caso se refería.

Ante consultas de la AFP sobre el allanamiento, el FBI sostuvo que no hará “ningún comentario”.

Información clasificada

Según The New York Times y otros medios estadounidenses, el registro se ordenó para determinar si Bolton había compartido o poseído ilegalmente información clasificada.

The Washington Post indicó a su vez que Bolton no se encontraba en su domicilio en el momento del allanamiento y no ha sido acusado de ningún delito.

Bolton, hoy de 76 años, trabajó en la Casa Blanca de abril de 2018 a septiembre de 2019, durante el primer gobierno de Trump (2017-2021).

En 2020, sus memorias, “The Room Where it Happened” (La habitación donde sucedió) enfureció al presidente, que llegó a decir que Bolton debería estar “en la cárcel” por ese libro.

Desde entonces, Bolton se ha convertido en un crítico muy visible y combativo de Trump, apareciendo frecuentemente en programas de TV y en notas de prensa para condenar a quien ha llamado “no apto para ser presidente”.

Durante su campaña presidencial de 2024, Trump insistió en su deseo de investigar y enjuiciar a sus “enemigos internos”.

Tras regresar en enero a la Casa Blanca, Trump firmó una orden ejecutiva acusando a su exasesor de revelar “información sensible durante su periodo” en la presidencia

También le quitó la protección del Servicio Secreto, la agencia responsable de velar por la seguridad de importantes figuras políticas en Estados Unidos, y lo llamó “idiota”. Además, le cortó el acceso a datos de seguridad e inteligencia.

Bolton se dijo entonces “decepcionado pero no sorprendido”.

Bolton aseguraba ser objeto de un complot para matarlo urdido por Irán como venganza por el asesinato con drones, en Irak, en enero de 2020, del general iraní Qassem Soleimani, ordenado bajo la primera presidencia de Trump.

En enero pasado sostuvo que “esa amenaza sigue vigente”.

“Una presidencia vengativa”

Famoso por su espeso bigote, Bolton obtuvo reconocimiento internacional como embajador estadounidense ante la ONU bajo la presidencia del republicano George W. Bush, durante la guerra de Irak.

Opuesto a las políticas de Trump tras dejar la Casa Blanca, recientemente criticó la cumbre del mandatario y su homólogo ruso Vladimir Putin en Alaska.

Hace poco, cuando le preguntaron en una entrevista con ABC si le preocupaba que Trump lo “persiguiera”, Bolton respondió: “Creo que la suya es una presidencia vengativa”.

En julio, el FBI abrió investigaciones penales contra otros dos destacados críticos de Trump: el exdirector del FBI James Comey y el exdirector de la CIA John Brennan.

Ambos habían sido nombrados en sus cargos por el expresidente demócrata Barack Obama (2009-2017), y tienen una historia polémica con Trump que se remonta al primer mandato del republicano.

Trump fue objeto de varias investigaciones tras dejar la Casa Blanca, y el FBI allanó su casa de Mar-a-Lago en Florida en el marco de una investigación sobre el manejo indebido de documentos clasificados.

El magnate también fue acusado de conspirar para anular los resultados de las elecciones de 2020.

Ninguno de los casos llegó a juicio, y el fiscal especial, siguiendo la política del Departamento de Justicia de no procesar a un presidente en ejercicio, los desestimó después de que Trump ganara las elecciones presidenciales de noviembre de 2024.

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