Fallece Tatsuya Nakadai, legendario actor japonés a los 92 años

El célebre intérprete de “Ran” y “Harakiri” fue una de las grandes figuras del teatro y el cine japonés del siglo XX. Su carrera abarcó siete décadas de colaboraciones con los grandes nombres del cine nipón.
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Tatsuya Nakadai

El actor japonés Tatsuya Nakadai, reconocido por su destacada carrera en el teatro y el cine, falleció a los 92 años, según informó este martes The Japan News.

Con más de cien créditos cinematográficos, Nakadai fue uno de los rostros más emblemáticos del cine japonés de la segunda mitad del siglo XX.

A lo largo de siete décadas, trabajó con algunos de los directores más influyentes de su país, entre ellos Akira Kurosawa, Masaki Kobayashi, Hiroshi Teshigahara, Mikio Naruse y Kon Ichikawa.

Fiel a su independencia artística, nunca firmó contrato con ningún estudio, lo que le permitió colaborar libremente con distintos cineastas.

De los inicios con Kobayashi a la consagración internacional

Su debut en la gran pantalla ocurrió con un papel sin acreditar en “The Thick-Walled Room” (1953), dirigida por Masaki Kobayashi, quien se convertiría en su colaborador más constante durante tres décadas. Juntos realizaron títulos memorables como “Samurai Rebellion” y “Kwaidan”.

Nakadai alcanzó proyección internacional con su papel protagónico en “Ran” (1985), de Akira Kurosawa, una épica inspirada en “El rey Lear” de Shakespeare.

Su interpretación de un envejecido señor feudal, se convirtió en una de las más recordadas del cine japonés. La película le valió a Kurosawa su única nominación al Óscar como Mejor Director.

También participó en otras obras maestras del realizador, como “Kagemusha” (1980) y “El infierno del odio” (1963), donde interpretó al jefe de detectives que se enfrenta a un empresario insensible encarnado por Toshiro Mifune.

Un maestro del cine samurái

Nakadai fue un referente del género chanbara, protagonizando cintas como “Harakiri” (1962), considerada una de las obras más intensas y filosóficas del cine de samuráis, y “Kill!” (1968), una visión más irónica del mismo universo.

En dos ocasiones compartió pantalla con Mifune, su contraparte más célebre: en “Yojimbo” (1961) y “Sanjuro” (1962), donde encarnó a villanos memorables.

Antes de esas cintas, había brillado en la trilogía “La condición humana”, de Kobayashi, donde interpretó a un pacifista atrapado en la transformación militarista del Japón previo a la Segunda Guerra Mundial.

Aunque su nombre está ligado al cine, Nakadai se definía a sí mismo como “un actor de teatro ante todo”. En sus últimos años protagonizó montajes de “Muerte de un viajante”, “Barrymore” y “Don Quijote”, además de interpretar a clásicos shakesperianos como “Hamlet”, “Macbeth”, “Otelo” y “Ricardo III”.

Su voz también llegó a la animación: en 2013 prestó su talento al filme de Studio Ghibli “El cuento de la princesa Kaguya”. En 2010 regresó al universo de Zatoichi con “Zatoichi: El último”.

Premios, vida y despedida

Motohisa Nakadai nació el 13 de diciembre de 1932 en Tokio, siendo el segundo de cuatro hermanos. Creció en Chiba, donde su padre trabajaba como conductor de autobús hasta su muerte en 1941.

Tras la pérdida, su madre se trasladó con él a Aoyama, donde el joven Nakadai ingresó a la Escuela de Formación Haiyuza para estudiar actuación.

A lo largo de su carrera fue reconocido con dos Premios Cinta Azul de Japón por “Harakiri” (1962) y por “Kagemusha” y “La batalla de Port Arthur” (1980).

En 2015, recibió la Orden de la Cultura, el máximo honor artístico del gobierno japonés, por su contribución a las artes escénicas. Nakadai falleció antes que su esposa, la productora y dramaturga Kyoko Miyazaki.

Su legado permanece como uno de los pilares del arte japonés, símbolo de una generación que llevó la interpretación a niveles de profundidad y humanidad pocas veces alcanzados en la historia del cine.

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