Estimado Cuauhtémoc Cárdenas…
Muy, pero muy estimado Cuauhtémoc Cárdenas: tu gran Tata llamaba traidores a los traidores.
¿Por qué señalas que es cacería de brujas llamar traidores a los que rematan los recursos naturales? Y aún las playas y todavía, tu servidor agregaría a aquel y aquella que permite
alquilar el Zócalo de la Ciudad de México para el circo romano de una capilla religiosa.
En la anterior columna publicada en la TRIBUNA de tribunas, o sea para el que escribe la tribuna suprema, titulé la idea condensadísima así: ¿Acaso hay acoso religioso?
Y vaya que aumenta el acoso religioso y soberbio del siempre imperial Vaticano, y se requiere ser un traidor de México para que además de la catedralota, que ocupa toda
una cuadra del territorio mexicano a un costado del Palacio Nacional, se remarque la sumisión hacia la voraz Roma imperial, que logra empinar a las autoridades “laicas” tanto locales como federales y así hacer evidente una enfermiza superioridad política.
Recuerda también C. Cárdenas Solórzano, que aunque hayas tenido una religiosa madre, no dejan de ser traidores los que llegan a la presidencia después del GRAN EXPROPIADOR, y que como aquel que con educación privada y muy sometida a Roma, alcanza con la ayuda clerical, la presidencia de México, después de haber sido un simple gerente de las aguas negras embotelladas que más dañan la salud en el mundo.
Ahora tenemos esas múltiples escuelitas y hasta supuestas universidades que se adjudican el título de humanistas y son solo fachadas que encubren los peores intereses políticos y religiosos, además del gran lucro a costa de los inocentes jóvenes, lo cual sin duda revela su falso y utilitalrismo “humanista”. ¡Vaya broma insultante!
¿Entre las obras de Obrador estará el dejar de ser el tapete fácil para que pisoteen a México? Y el amigo Cuauhtémoc le repita lo escrito en los “APUNTES DE LÁZARO CÁRDENAS”, edición 2003 de la UNAM y que en su página 483 relata:
“Enemigos del agrarismo y del sindicalismo revolucionarios, sirven de apoyo al capitalismo que tiene su gran auxiliar en el alto clero de México , y de todo el Continente que obedece las directivas de Roma”.
Traidores todos ellos, no cacería de brujas como acabas de declarar mi Cuauhtémoc Cárdenas.
Con saludos y hasta la próxima lectura.