España despliega policías y soldados para rastrear jabalíes por brote de peste porcina africana

La preocupación aumenta en Cataluña luego de que el gobierno español desplegara personal militar para contener un brote de peste porcina africana registrado cerca de Barcelona.

Las autoridades sospechan que un jabalí pudo haberse contagiado al consumir restos de comida contaminada, posiblemente un bocadillo tirado en un contenedor, lo que habría desencadenado una situación que hoy pone en riesgo a la multimillonaria industria porcina de España.

El viernes, autoridades confirmaron que dos jabalíes encontrados muertos en el parque de Collserola dieron positivo a la enfermedad, a 21 kilómetros de Barcelona.

Tras el hallazgo, se estableció un perímetro de restricción de seis kilómetros en la zona de Bellaterra, mientras se analizan más casos sospechosos.

El consejero de Agricultura de Cataluña, Òscar Ordeig, afirmó en una entrevista que un alimento contaminado arrojado a un contenedor, probablemente lo comió un jabalí y eso provocó la infección:

“La opción más probable (…) es que un fiambre, un bocadillo, un alimento contaminado, haya podido acabar en un contenedor (…) y que luego un jabalí se lo haya comido y se haya infectado”.

Aunque este virus no afecta a los humanos, se propaga con rapidez entre jabalíes y cerdos, lo que representa un riesgo considerable para España, uno de los mayores exportadores de carne de cerdo a nivel mundial.

Además, la cercanía del brote a la autopista AP-7 hace pensar que viajeros pudieron introducir el virus en restos de comida contaminada.

Operativo con drones, policías y militares para rastrear a jabalíes infectados

Desde el domingo, se reforzó un amplio operativo que incluye a 300 agentes de la policía catalana y personal de vigilancia forestal, a los que se sumaron 117 elementos de la Unidad Militar de Emergencias  de España (UME). La misión es localizar jabalíes infectados y evitar que la enfermedad llegue a las granjas de la región.

Las brigadas utilizan drones, cámaras térmicas y perros rastreadores para ubicar cadáveres de jabalíes y analizarlos. También se cerraron pasos subterráneos, carreteras y tuberías para impedir el movimiento de animales que pudieran propagar el virus.

En Collserola (un área muy visitada por corredores, ciclistas y senderistas) se colocaron avisos de acceso restringido, y a los residentes se les pidió mantener a sus mascotas con correa y reportar cualquier avistamiento de fauna silvestre.

Industria porcina fortalece medidas; exportaciones, bajo presión

En las granjas, la asociación Interporc informó que se reforzaron los protocolos de bioseguridad, entre ellos: cuarentena para nuevos animales, cercos perimetrales, redes para evitar el ingreso de aves, desinfecciones constantes, control de agua potable, códigos estrictos de vestimenta para el personal y manejo seguro de material reproductivo porcino.

Veterinarios del Gobierno  de España realizaron inspecciones y tomaron muestras, pero ninguna de las 39 granjas en la zona ha dado positivo hasta el momento.

El ministro de Agricultura, Luis Planas, confirmó que cerca de un tercio de los certificados de exportación de carne de cerdo fueron suspendidos temporalmente debido al brote.

Las granjas ubicadas en un radio de 20 kilómetros alrededor del foco enfrentan restricciones para operar y comercializar.

A pesar del riesgo económico, las autoridades descartan sacrificios masivos.

“Vamos a dejar a los jabalíes en paz en esta zona”, declaró Emilio García Muro, funcionario del Ministerio de Agricultura. “Se usarán equipos especializados para localizar cadáveres, pero el objetivo no es causar daño a la fauna”.

El brote ha hecho recordar lo ocurrido en 1994, cuando el virus llegó a las granjas y provocó sacrificios masivos y la suspensión total de exportaciones.

Hoy, la presión económica vuelve a encender las alarmas: España es el principal exportador de carne de cerdo de la Unión Europea y el segundo a nivel mundial, con más de 8 mil millones de euros en ventas anuales, y un sector que genera 25 mil millones de euros y 400 mil empleos.

Las autoridades mantienen como prioridad frenar la propagación del virus para evitar daños profundos a la industria porcina española.