Tras asumir fraude empresario de Jalisco se quita la vida

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Tras ser acusado de fraude, el empresario jalisciense Luis Oswaldo Espinoza Marín la tarde-noche del sábado se quitó la vida, esto tras disparar en dos ocasiones a los agentes ministeriales que irrumpieron en su casa para catearla.

Los policías investigadores encontraron su cuerpo, el arma y una carta póstuma en la que se presuntamente explica el porqué de su suicidio; horas antes también compartió su sentir mediante un video que publicó en redes sociales.  

La acusación sobre el hoy occiso salió a la luz el viernes pasado, cuando decenas de afectados por un presunto fraude protestaron a las afueras de la Fiscalía de Jalisco en contra de la empresa Asesores Jurídicos Profesionales (AJP), a la que entregaban dinero para la adquisición de bienes inmobiliarios a cambio de atractivas comisiones; hasta ahora la Fiscalía de Jalisco tiene 130 denuncias, pero según los afectados pueden ser más de 10 mil las víctimas.

Tras las denuncias recibidas, la Fiscalía de Jalisco comenzó con las indagatorias, por lo que el sábado por la tarde obtuvieron la autorización para el cateo de las oficinas de APJ, ubicada en la colonia Ladrón de Guevara, en Guadalajara, así como de la casa del propietario del negocio, localizada en el Fraccionamiento Virreyes, en el municipio de Zapopan, en donde se quitó la vida.

Confesión en redes sociales

Luis Oswaldo Espinoza en sus redes sociales compartió un video en donde expone que  había perdido todo a causa de sobre hipotecar los inmuebles que había adquirido con las inversiones de sus clientes.

“Durante 29 años pagué a cabalidad todas las obligaciones a todos y cada uno de mis inversionistas, actualmente ya no puedo seguir adelante, todo el dinero que me dieron de inversiones está invertido en bienes raíces que están hipotecados; ni mis familiares, ni mis compañeros de trabajo, ni mi esposa, ni mis hijos, a quienes pido perdón igual que a mis clientes, utilizaron de manera fraudulenta los recursos, el responsable, éticamente, civil, penal e histórica soy yo, suplico no sigan represalias sobre gente inocente”.

Reconoció sus engaños, entre ellos los efectuados contra su esposa a quien le hizo firmar documentos en blanco para después él manejarlos a su antojo.

“Actualmente no puedo seguir adelante ni con mi vida, los últimos seis meses de mi vida me siento anímicamente, física y moralmente destrozado, lo he perdido todo”, continuaba su relato.

Señaló que nadie es responsable de su muerte, aunque señaló que su  familia fue amenazada por algunos de sus clientes, a quienes identificó por sus nombres, por lo que solicitó a las autoridades investigar al respecto; finalmente dijo, “que solo Dios me juzgue”.

 

Con información de El Universal

Llamna Gómez