¿El Extraño Mundo de Jack es de Navidad o Halloween? El debate que revive cada diciembre

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Desde que llegó a las salas de cine en 1993, El Extraño Mundo de Jack (The Nightmare Before Christmas) se ha consolidado como un hito en la historia de la animación.
Aunque la genialidad creativa y la producción corrieron a cargo de Tim Burton, la dirección fue obra de Henry Selick, marcando su debut como director de largometrajes.
Esta joya del stop-motion ha trascendido generaciones, convirtiéndose en una película de culto y considerada una de las mejores cintas animadas jamás hechas.
Sin embargo, cada fin de año resurge la misma discusión en redes sociales y reuniones: ¿Es una película para ver en Halloween o en Navidad?
La dualidad de dos mundos
La trama nos presenta a Jack Skellington, el aclamado Rey de la Ciudad de Halloween. Aburrido de la rutina de asustar, Jack descubre accidentalmente la Ciudad de la Navidad.
Fascinado por el espíritu, los colores y la alegría de esta festividad, decide secuestrarla para replicarla a su manera, poniendo en marcha un plan arriesgado que incluye suplantar a Santa Claus.
Es aquí donde nace la confusión del público. Por un lado, la estética es innegablemente oscura. Al ser una producción ideada por Burton, predominan los tonos góticos, los monstruos, vampiros, brujas y escenarios macabros.
Esto lleva a gran parte de la audiencia a clasificarla como un título exclusivo de octubre y la temporada de brujas. Por otro lado, la narrativa respira Navidad.
Elementos como los villancicos, los regalos, la presencia de Santa Claus y, sobre todo, la búsqueda del significado de estas fechas, son el motor de la historia.
¿Qué dice el director sobre este debate?
Para zanjar la discusión, el propio Henry Selick ha ofrecido una respuesta contundente. En una entrevista con el diario The New York Post, el cineasta explicó que, aunque la película está recubierta de una capa de terror visual, su corazón pertenece a las fiestas decembrinas.
“La idea de Tim de combinar Halloween con Navidad, donde, a diferencia del miserable Grinch, un Jack Skellington bien intencionado se apodera de las vacaciones navideñas, es pura genialidad”, declaró Selick.
El director profundizó en que, tras 30 años de haberla dirigido, tiene claro que “debajo de su capa de maíz dulce, esqueletos y vampiros… en el fondo es una película navideña”.
A diferencia de otros antihéroes, Jack busca la generosidad y la alegría, aunque sus métodos sean desastrosos.
La cinta trata sobre la redención, la humildad y la reconciliación, culminando con una celebración navideña en toda regla y la comprensión del verdadero espíritu de la época por parte de su protagonista.
Por tanto, El Extraño Mundo de Jack no es una película de la noche de brujas, sino una cinta navideña con estética de Halloween.
Es la opción perfecta para ese periodo de transición entre ambas festividades, demostrando que la historia más cálida de la Navidad también puede contarse desde la oscuridad.




