El delito como mercancía de consumo

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PREVENCIÓN ANTE TODO

En cualquier momento del día, en las noticias, en internet, en pláticas, periódicos, etcétera, el medio y la forma no importan mucho, sin embargo todos estamos enterados de los estragos que la delincuencia organizada genera en nuestra sociedad. Todos alguna vez hemos conocido o tenemos un amigo, vecino, familiar, pareja, etc. que se cree el más peligroso de los narcotraficantes al escuchar sus famosos narcocorridos (acompañados de cerveza, whisky o tequila, da igual el tipo de bebida), apoyando de manera indirecta a los grupos de la delincuencia organizada, muchos más juegan a mafiosos dejándose el look de los “buchones”, piernera o mariconera cruzada, fotos con cara de matones con pistolas reales o de juguete, que se sienten soñados yendo a exceso de velocidad en una camioneta o coche con vidrios polarizados.

Lo que la gente no ha querido entender es que al escuchar narcocorridos están brindando apoyo a los delincuentes, al consumir esta clase de música fomentan que cada día se sigan escribiendo canciones que cuenten las historias o hazañas de los narcos, engrandeciendo su figura, mostrando que es mejor vivir un año como rey al margen de la ley, que 50 años como “buey” siendo gente de bien y viviendo en paz dentro de las normas que dicta la sociedad.

Leo gente indignada en las redes sociales todos los días, que si la violencia esto, que si la violencia aquello, que si la delincuencia organizada, que si los delincuentes, pero mucha de esta gente son consumidores de esa clase de música.

Nos asustamos e indignamos por hechos violentos, pero no somos capaces de tener la cultura de la denuncia, cuando la gente es testigo de un delito prefiere callar. En verdad es momento de generar una historia y rumbo diferente para nuestros niños y jóvenes, nos toca a los adultos poner el ejemplo, no permitas que tus hijos consuman este tipo de música, novelas, series, que solo hacen apología del delito de narcotráfico.

México sangra todos los días, ¿que acaso no hay suficiente violencia en las calles como para permitir que los generadores de esa violencia entren a nuestra casa convertidos en leyenda en una canción? Vivimos en un país libre, por supuesto, pero aplicar sentido común y ser conscientes de lo que consumimos, no le hace daño a nadie.

Ya basta de solo quejarnos y no hacer nada, debemos tomar la parte que nos toca de responsabilidad e iniciar con un cambio que a la larga favorecerá no solo a los miembros de nuestra familia, sino a la sociedad misma. Recordemos que la prevención es la mejor acción.

Marisol Madero Plascencia

Criminóloga

marisol_madero@hotmail.com