El Colomo de un centro económico pujante; a comunidad con carencias

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Bahía de Banderas, Nay.– La comunidad del Colomo, ubicada a 7.5 km de la comunidad de San Juan de Abajo, fue uno de los centros de distribución de recursos del municipio después del Valle de Banderas, cabecera municipal de este municipio, en los últimos años del siglo XIX, dado el asentamiento de Fermín Maisterrena, un cacique español que compró la hacienda del Colomo y el Coapinole, en Puerta de Lima y las Varas. Donde se logró, por medio de este, sentar las bases en infraestructura en vías de comunicación y medios de comunicación y en 1910 se logró tener la primera línea telefónica de la región; sin embargo, de toda esta grandeza como pueblo ha quedado muy poco, pues se tiene una población de cerca de 1800 personas que han cambiado las labores económicas como la ganadería por el turismo. Según lo explica el maestro Gabriel Ángel López García, originario de esta comunidad, quien ha plasmado la historia de este pueblo en un libro al paso de los años, como cronista e historiador, llamado “El Colomo, Nayarit, una Mirada a su Historia” y TRIBUNA DE LA BAHÌA, donde narró que, la grandeza del pueblo punta de lanza la economía, solo queda su historia. Hoy después de más de 100 años de la grandeza de este pueblo, la comunidad tiene algunas carencias en infraestructura y rubros importantes como la seguridad, las calles de empedrado, una red de drenaje, ya obsoleta, un pueblo, solitario, donde los jóvenes se han ido a buscar nuevas oportunidades a Estados Unidos y a otros municipios del estado. Se cuenta con servicios de salud, primaria, secundaria y se contaba con un bachillerato que, cerró por falta de alumnos, pero carece de una buena seguridad, protección civil y servicios de ambulancia que, dura 2 horas en llegar hasta esta comunidad y de los servicios de salud que, carece de vez en cuando de médicos. Hoy esta comunidad guarda la grandeza de lo que fue en algunas casonas que datan de los años 1900: la hacienda cercana a la iglesia, una casa de bienvenida en la calle 13 de julio y su gente, la mayoría de la tercera edad, sentados en la plaza debajo de un tamarindo tomando “el fresco” y contándose “charritas” y uno que otro chascarrillo, gente amable que recuerda su historia. Algunos esperando a que el pueblo vuelva a ser lo que fue hace 100 años, un motor económico-social de Bahía de Banderas, a través de las nuevas generaciones que se ven atrapadas por el nuevo modelo económico-turístico de la región, quienes han dejado el arado y el pastoreo del ganado por servir en la zona turística. Los viejos, tienen miedo de que, se pierdan sus tradiciones al ver partir a sus retoños que, negándose a irse de este mundo, una comunidad longeva, pero fraterna, amable con los visitantes, amigos de todos de risas espontaneas y de orgullo por su tierra.

El Colomo de un centro económico pujante; a comunidad con carencias

El Colomo de un centro económico pujante; a comunidad con carencias