La economía verde: un enfoque sostenible para Puerto Vallarta

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Fernando Castro

En un mundo cada vez más consciente de los desafíos ambientales, la economía verde ha surgido como una alternativa prometedora para equilibrar el crecimiento económico con la sostenibilidad ambiental. Con sus raíces en la preocupación por el agotamiento de recursos naturales y el cambio climático, la economía verde ha cobrado relevancia global y local. Hay que analizar desde sus orígenes la economía verde, su desarrollo en México y cómo podría aplicarse en un destino turístico como Puerto Vallarta.

Economía Verde

La economía verde tiene sus raíces en la década de 1980, cuando surgieron preocupaciones globales sobre la degradación ambiental y el agotamiento de los recursos naturales. Fue un llamado a repensar la relación entre el crecimiento económico y el impacto ambiental.

La economía verde propone un enfoque en el desarrollo sostenible, que busca satisfacer las necesidades actuales sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades.

Un hito significativo que resalta la urgencia de la sostenibilidad es el “Earth Overshoot Day” o Día de Sobregiro de la Tierra. Este día, calculado anualmente, marca la fecha en la que la humanidad ha utilizado todos los recursos naturales que la Tierra puede regenerar en un año. En la década de 1980, este día caía a finales de diciembre. Sin embargo, a medida que el consumo global aumentó, este día se adelantó, y en la actualidad, ocurre en los meses de julio o agosto.

Este fenómeno destacó la necesidad crítica de cambiar el rumbo y adoptar enfoques más sostenibles en la economía y en la vida cotidiana. La economía verde surgió como una respuesta a este desafío, buscando formas de equilibrar las demandas humanas con la capacidad de la Tierra para regenerarse y mantener su biodiversidad.

Además de estar conscientes de la necesidad de desarrollar una economía verde también es importante promover el concepto. Que las Instituciones de Educación Media y Superior de la región incorporen en sus planes de estudio carreras que generen los profesionistas verdes que se necesitan. Al final del día si la economía no produce e incorpora estos sectores, es poco probable que se desarrollen.

Algunos ejemplos de carreras verdes que se podrían impulsar en la región de Puerto Vallarta y Bahía de Banderas son:

  1. Energías Renovables: La instalación y el mantenimiento de paneles solares y turbinas eólicas generan oportunidades de trabajo en áreas como instaladores de energía solar, técnicos en energía eólica y expertos en almacenamiento de energía.
  2. Eficiencia Energética: Los expertos en auditoría energética y tecnologías eficientes, así como los ingenieros en sistemas de gestión de energía, pueden ayudar a las empresas a reducir su consumo energético y costos.
  3. Gestión de Residuos: La recolección, el reciclaje y la gestión de desechos ofrecen empleo en áreas como reciclaje de plásticos, compostaje y recuperación de materiales.
  4. Agricultura y Agroecología: Los agricultores orgánicos, técnicos en sistemas agroforestales y especialistas en permacultura pueden contribuir a la producción de alimentos sostenibles.
  5. Conservación de la Biodiversidad: Biólogos de la conservación, guardabosques y ecologistas trabajen en la preservación de especies y ecosistemas únicos.
  6. Turismo Sostenible: Guías turísticos especializados en ecoturismo, administradores de reservas naturales y educadores ambientales impulsen el turismo responsable.
  7. Arquitectura Sostenible: Arquitectos y diseñadores en construcción verde y eficiente participen en la creación de infraestructuras sostenibles.
  8. Transporte Sostenible: La planificación y operación de sistemas de transporte público, así como la promoción de la movilidad en bicicleta, generen empleo en el sector del transporte limpio.

En México ya existen regiones o estados que han iniciado esta transición hacia la economía verde de manera sistematizada y organizada para aprovechar el potencial que tienen. Por ejemplo:

  1. Yucatán y Quintana Roo: Estas regiones podrían destacarse en turismo sostenible y energía solar, aprovechando su ubicación geográfica y turismo costero.
  2. Baja California y Sonora: Con su intensidad solar y proximidad a la frontera con Estados Unidos, estos estados pueden liderar en energía solar y eólica.
  3. Chiapas y Oaxaca: Su potencial geotérmico y eólico puede impulsar la energía renovable, mientras que la agricultura sostenible puede ser una fuente clave de empleo.
  4. Bajío (Guanajuato, Aguascalientes, Querétaro): Esta región puede centrarse en la agricultura sostenible y la manufactura verde.
  5. Baja California Sur: El turismo sostenible y la conservación costera son oportunidades destacadas en estas áreas.

En cuanto al cambio en la economía hay dos rumbos que han sido exitosos, por un lado, los esfuerzos privados e individuales como el caso de los Estados Unidos, donde la energía eólica y solar han presentado un crecimiento exponencial hasta colocar al país entre los principales productores y consumidores de energías limpias. Además del desarrollo de vehículos eléctricos y otras tecnologías de almacenamiento.

Esto es muy diferente a la experiencia alemana, donde se implementó desde el gobierno un ambicioso plan de transición en la década de los 90 ́ s y que ha ido acelerándose. Por ejemplo, en 2011 tras el accidente de la planta nuclear de Fukushima, Japón; en Alemania se modificó su plan de 30 años a un plan para que en 2022 todas las centrales nucleares de aquel país estuvieran cerradas.

El primer paso para una economía verde es la producción de energía a través de fuentes limpias. En este rubro México ha alcanzado alrededor de un 25% de su producción en 2021. Esta es una buena señal que está en sintonía con la mayoría de las grandes economías. Aun cuando algunas de estas economías como la china o la americana han empezado recién su transición, en los últimos 10 años ya alcanzan niveles; en el caso de China cerca del 30% de su producción energética, Estados Unidos 22% y Japón 20%. Todavía lejos de las economías que empezaron la transición en los 90´s.

Por ejemplo, en la Unión Europea la producción de energía renovable se estima cercana al 40%, con países como Alemania que ya llegan al 50% y otros como Suecia que ya superan el 50%. Entre los países emergentes se observan cambios similares, India ya alcanza el 25% de energía renovable y Brasil supera el 60%.

La economía verde ya no es un concepto abstracto y pronto será el sector más pujante de la economía, como todos los cambios, nos permite aceptar la oportunidad y aprovecharla desde un inicio o quedarnos a esperar que otros le saquen provecho.

En la región, el potencial para granjas de energía es muy grande y con un sector turístico y residencial en expansión, tal vez sería un proyecto para el estado y la iniciativa privada que valdría la pena darle a la región autonomía eléctrica.

Desde el sector turístico, a partir de la pandemia, se generalizó la conciencia por los espacios verdes para actividades de esparcimiento. Los desarrollos turísticos de baja densidad poblacional con amplios espacios que coexistan con la naturaleza han atraído una gran cantidad de turistas en los diversos segmentos económicos. Es decir, la inversión tiene potencial de retorno financiero. Puerto Vallarta y Bahía de Banderas gozan de espacios naturales de gran atractivo para el turismo y es viable su desarrollo sustentable.

 

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